La Guardia Civil detiene a cinco personas por el brote de listeriosis

La investigación judicial por el brote de listeriosis

El dueño, José Antonio Marín Ponce y sus hijos Sandro José y Mario han pasado la noche en los calabozos, mientras que su cuñada y un comercial quedaron ayer en libertad

La Guardia Civil sale de la fábrica de Magrudis

Cinco detenidos por el brote de listeriosis. Los agentes de la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente (UCOMA) de la Guardia Civil detuvieron ayer a cinco personas en el marco de una operación desarrollada por el brote de listerioris que ha provocado tres muertes y ha afectado a 216 personas. Los arrestados son el gerente de Magrudis, José Antonio Marín Ponce, sus dos hijos, Sandro José y Mario Marín Rodríguez –el primero de los cuales figuraba como administrador de Magrudis–, su cuñada Isabel y Federico, un empleado de la empresa. No obstante, estos dos últimos arrestados quedaron en libertad a media tarde de ayer tras prestar declaración ante los investigadores, según confirmaron a este periódico fuentes de la investigación.

La operación comenzó a las ocho de la mañana, cuando los agentes de la Guardia Civil registraron dos domicilios en la localidad de Dos Hermanas (Sevilla), en concreto la vivienda del gerente y de su cuñada Isabel. El registro de estos inmuebles se prolongó durante varias horas y, al término del mismo, la Guardia Civil trasladó a tres de los arrestados hasta las dependencias de la Comandancia de la Guardia Civil de Montequinto para continuar con las diligencias.

Los otros dos detenidos, los hijos del dueño de Magrudis, fueron conducidos directamente hasta la sede de la empresa que comercializaba la marca de carne mechada La Mechá, ubicada en la calle Pino Silvestre del Polígono Industrial el Pino.

Otro de los detenidos en la operación de la Guardia Civil en la sede de Magrudis.
Otro de los detenidos en la operación de la Guardia Civil en la sede de Magrudis. / Juan Carlos Vázquez
Uno de los cinco detenidos de la operación Magrudis.
Uno de los cinco detenidos de la operación Magrudis. / Juan Carlos Vázquez

Los detenidos y la comisión judicial, encabezada por la juez Pilar Ordóñez y el letrado de la administración de Justicia, llegaron a Magrudis unos minutos antes de las 12:00 horas y a partir de ese momento se desarrolló el registro por espacio de unas dos horas. El registro en busca de pruebas para la investigación finalizó sobre las dos de la tarde y en ese momento los dos hijos del empresario, Sandro José y Mario Marín Rodríguez, fueron conducidos a la Comandancia de la Guardia Civil.

La juez Pilar Ordóñez dirigió el registro en la sede de Magrudis en el Polígono el Pino

La instructora, que investiga delitos contra la salud pública y lesiones, dirigió el registro de las dos naves ubicadas en los números 20 y 21 de la calle Pino Silvestre, sede de la empresa Magrudis. Antes de comenzar el registro, los agentes de la Guardia Civil que intervienen en el operativo procedieron al desprecintado de las instalaciones que en agosto decretó el Ayuntamiento de Sevilla.

Sobre las 13:50 horas abandonaron las instalaciones los agentes con una una furgoneta dedicada al reparto de productos de la empresa, donde podía leerse la siguiente leyenda: “La Mechá”, “del todo natural”, “sin conservantes ni colorantes”.

Varios agentes y medios, frente a la sede de Magrudis mientras la Guardia Civil efectúa registros. / Juan Carlos Vázquez

Poco después salieron los detenidos y los agentes de la Guardia Civil, que portaban una caja de cartón con los efectos intervenidos en el registro, y que volvieron a precintar las instalaciones, en esta ocasión ya con el distintivo de la Guardia Civil.

Al cierre de esta edición, los investigadores continuaban con la práctica de las diligencias oportunas. Disponen de un plazo de 72 horas para poner a los tres detenidos que restan a disposición judicial y previsiblemente podrían llevarlos ante la juez a lo largo de la jornada de mañana jueves.

La actuación de la Guardia Civil llega se ha producido tan sólo unos días después de que se haya conocido que Magrudis no informó de la infección de listeriosis en un lote de sus productos en febrero pasado, cuando fue detectado por el laboratorio Microal , y esperó a que se decretara la alerta sanitaria en el mes de agosto.

La juez Pilar Ordóñez tiene ya en su poder el informe del laboratorio Microal que confirma que Magrudis conocía desde el pasado mes de febrero que un lote de productos que comercializaba bajo la marca La Mechá habían dado positivo en listeria y a pesar de ello continuó vendiéndolos hasta que se produjo la alerta sanitaria, en el mes de agosto.

El administrador y el gerente de Magrudis Sandro José Marín Rodríguez y José Antonio Marín Ponce, respectivamente, aseguraron en agosto pasado que ninguno de los análisis que encargaron antes de que se decretase la alerta alimentaria habían dado positivo.

El 18 de febrero de este año Magrudis presentó en el laboratorio Microal –una empresa de control de calidad e investigación fundada en 1983 y que está especializada en el sector agroalimentario y medioambiental– dos muestras de su carne mechada para la realización de sendos ensayos analíticos microbiológicos con el objetivo de determinar si tenían presencia o no de salmonela y listeria. El 22 de febrero, el laboratorio Microal comunicó por correo electrónico a Magrudis que una de las muestras había dado positivo en listeria.

Un enganche ilegal de luz

El registro en la sede de la Magrudis reveló que la empresa había realizado un enganche ilegal al alumbrado público luz en las dos naves del Polígono el Pino. A la llegada de la comisión judicial, varios operarios de Endesa tuvieron que intervenir para dar conexión eléctrica.

Un operario de Endesa revisa la conexión eléctrica de la nave
Un operario de Endesa revisa la conexión eléctrica de la nave / juan carlos vázquez
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