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Golpe al narcotráfico en Sevilla con más de 30 kilos de cocaína intervenidos

La droga intervenida a un sargento brasileño detenido en junio de 2019 en el aeropuerto con 39 kilos de cocaína.

Un nuevo e importante golpe al narcotráfico. La Policia Nacional se ha incautado de más de 30 kilos de cocaína y ha intervenido casi 600.000 euros en metálico, en una operación desarrollada en los últimos día en Sevilla, donde se han practicado hasta cinco registros domiciliarios en la capital y en el barrio de Montequinto, en Dos Hermanas.

En la operación, que está actualmente bajo secreto de sumario, han sido detenidos asimismo seis miembros de una organización criminal dedicada al tráfico de estupefacientes, quienes han sido ya enviados a prisión provisional por parte del juez de guardia, según han confirmado a este periódico fuentes judiciales.

La droga intervenida en varios pisos de Sevilla y Montequinto tiene una pureza del 80%

La actuación ha sido desarrollada por el Grupo IV de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Jefatura Superior de Policía de Andalucía Occidental y continúa actualmente abierta, por lo que no se descarta que puedan producirse nuevas detenciones, según han apuntado las mismas fuentes.

Las seis personas detenidas, cinco hombres y una mujer, fueron puestos a disposición del juez de guardia el pasado sábado y fueron enviados a prisión provisional, tal y como solicitó la Fiscalía de Sevilla.

Durante la investigación policial se procedió a la entrada y registro en cinco domicilios ubicados en la capital y en el barrio de Montequinto, donde los funcionarios de la Udyco intervinieron más de 30 kilos de cocaína y casi 600.000 euros en efectivo. La droga intervenida tiene una pureza aproximada del 80%, de lo que se desprende que podría haber sido distribuida en numerosas dosis una vez cortada con otras sustancias, lo que podría haber generado cuantiosos beneficios para la organización ahora desmantelada.

Según el magistrado, los seis detenidos –identificados como J. M. B. E., F. J. M. B., C. C. C., M. A. M. B., S. F. A. y la mujer R. M. G.– habrían actuado de común acuerdo y dentro de una organización perfectamente estructurada y con un reparto de funciones, en el que algunos de los investigados desempeñarían las funciones de “organización y liderazgo”, mientras que otros se encargarían de la custodia, transporte, distribución o auxilio en el manejo del dinero obtenido mediante el narcotráfico.

El juez considera además que se dedicaban a la distribución de estupefacientes en la modalidad que causa grave daño para la salud de las personas, al encargarse presuntamente los seis implicados de la distribución precisamente de cocaína.

Tras ser puestos a disposición del juez, la Fiscalía pidió su ingreso en prisión provisional, medida que ha adoptado el instructor dada la gravedad de los hechos que se imputan a los seis detenidos, el posible riesgo de fuga y de reiteración delictiva, y la destrucción de pruebas.

El juez acordó el ingreso en prisión de los detenidos por el riesgo de fuga

En el auto, el juez recuerda que, según el atestado policial elaborado por los agentes de la Udyco, hay indicios fundados de la existencia de un delito contra la Salud Pública, previsto y penado en los artículos 368 y 369 del Código Penal, que establece penas de hasta 12 años de prisión. En el caso de la operación desarrollada en los últimos días, el juez destaca como evidencias del delito la droga y el dinero en metálico intervenidos en los registros practicados, por lo que “poca duda cabe en relación al concurso de este delito”, destaca el instructor, que recuerda además que cada uno de los investigados desempeñaba una concreta función dentro de la organización criminal desmantelada.

El juez aprecia que en este caso se dan todos los requisitos para acordar el ingreso en prisión de los sospechosos, y así señala que en este supuesto se trata de evitar el riesgo de elusión de la Justicia “como consecuencia de la gravedad de la pena que pudiera resulta de aplicación y de la notable capacidad económica que ha resultado acreditada por los registros practicados, junto con la necesidad de evitar la reiteración delictiva y la posible destrucción de pruebas”.

La operación policial continúa actualmente abierta y no se descarta que puedan producirse nuevas detenciones en el marco de las investigaciones desarrolladas por la Uydco.

Un alijo similar al intervenido al militar brasileño

Una de las recientes operaciones contra el narcotráfico realizadas en Sevilla y en la que se intervino una cantidad similar de cocaína tuvo lugar en junio de 2019 en el aeropuerto de San Pablo, donde fue detenido Manoel Silva Rodrigues, un sargento brasileño de la comitiva del presidente Jair Bolsonaro que llevaba en una maleta 39 kilos de cocaína. En el juicio, que se celebró en febrero de este año, el militar aceptó finalmente una condena de seis años y un día de cárcel, después de que el fiscal Antidroga rebajara su petición anterior de 8 años de cárcel y dejó la multa solicitada en 2 millones de euros, frente a los 4 anteriores.

En una breve declaración ante el tribunal, el militar afirmó que, debido a su bajo sueldo, en todos los viajes oficiales solía hacer alguna compra, especialmente de móviles, que luego vendía en su país. Cuando fue detenido en Sevilla, según su relato, era la primera vez que hacía de “mulero” para narcotraficantes. El militar declaró que solo sabía que la droga iba destinada a Suiza y que debía entregarla en un hipermercado de Sevilla, donde la persona destinataria iría vestida de determinada manera y le haría una seña. Ante los magistrados de la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla, el acusado confesó que está “profundamente arrepentido”, pidió perdón al pueblo español y dijo que la condena aceptada es “un justo castigo”.

Afirmó que su deseo es volver a su país lo antes posible, cuidar a su familia y tener un trabajo honrado. El juicio se desarrolló con ayuda de un intérprete de portugués pero fue muy rápido. La defensa del acusado no informó, a la vista de la conformidad alcanzada, y el fiscal Antidroga constató que el sargento “ha sido sincero, ha reconocido que sabía que lo que transportaba era droga y que era la primera vez que lo hacía”.

El abogado del acusado, Enrique Rojo, explicó a los periodistas que ahora el tribunal debe determinar los plazos de cumplimiento de la condena, si bien el deseo de su cliente es empezar a cumplirla en Brasil lo antes posible. Fiscal y defensa renunciaron a la mayoría de los testigos y únicamente comparecieron los guardias civiles que detectaron la droga y analizaron el alijo.

El agente que estaba de guardia en el control de aduanas del aeropuerto de San Pablo el 25 de junio de 2019 explicó que aquel día tenían un problema técnico en el escaner y pasaron las maletas por rayos X. Enseguida les llamó la atención la maleta, mochila y portatrajes del acusado, donde la cocaína viajaba en paquetes en forma de ladrillo. “El dueño decía que era queso pero los paquetes tenían otro aspecto. En cualquier caso, al proceder el vuelo del avión presidencial de un país no comunitario los alimentos no se pueden introducir el España y abrimos la maleta”, contó el agente. Enseguida se percataron de que era cocaína dispuesta en bloques de color marrón y amarillo y el análisis realizado a la sustancia confirmó su primera impresión.

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