La Fiscalía investiga el desvío de alimentos del comedor de la Hermandad de Bellavista a una frutería

La Fiscalía de Sevilla ha abierto una investigación por el presunto desvío de alimentos donados por el Banco de Alimentos al comedor social de la Hermandad del Dulce Nombre de Bellavista y que acabaron en una frutería del Cerro del Águila vinculada a un familiar de uno de los miembros de la junta de gobierno de esta hermandad.

La denuncia, a la que ha tenido acceso este periódico, apunta que los hechos podrían ser constitutivos de delitos de apropiación indebida, administración desleal y malversación de caudales públicos o incluso fraude de subvenciones, y se dirige contra el que fuera hermano mayor del Dulce Nombre cuando ocurrieron los hechos, Diego Centella -actual diputado de Caridad-, el actual hermano mayor, Diego Romero -teniente de hermano mayor cuando ocurrieron los hechos denunciados-, y la mayordoma, Valme Rodríguez.

El denunciante, un abogado sevillano, pone en conocimiento del Ministerio Público que en abril de 2022 conoció el desvío de alimentos suministrados por el Banco de Alimentos al comedor social de Bellavista, parte de los cuales fueron llevados a un "negocio particular que nada tiene que ver con dicho comedor social y sí con intereses ilícitos de personas concretas".

Para confirmar estos extremos, se encargó un informe pericial que puso de manifiesto el modus operandi que tanto los "responsables del comedor social como de su junta de gobierno venían utilizando" y que consistía en ir a recoger al Banco de Alimentos las cajas donadas en dos furgonetas que tomaban dos direcciones distintas: una se dirigía a la sede del comedor social y la otra -propiedad del ex hermano mayor y actual diputado de Caridad Diego Centella- a una tienda regentada por el "tío del entonces teniente de hermano mayor Diego Romero". Las cajas que presentaban alguna tara -excedentes de distintas cadenas- acaban en el comedor social y las que estaban en "perfecto estado" iban a un local y acaban siendo puestas a la venta en una tienda de la barriada de Cerro del Águila.

Según el denunciante, parte de los alimentos desviados a la tienda regentada por familiares del entonces teniente de hermano mayor eran "subvencionados con fondos de la Unión Europea", por lo que considera que puede haberse producido un presunto fraude de subvenciones. A raíz de que se destapara esta práctica, el Banco de Alimentos suspendió el suministro al comedor social de la Hermandad de Bellavista, ocasionando un "grave perjuicio a un segmento de población desprotegido que necesitaba dicho comedor para su propia supervivencia".

"Lo que más nos sorprende es que el hermano mayor -titular registral del vehículo con el que se realiza el fraude-, el teniente de hermano mayor y demás miembros de la junta de gobierno manifestaran el más absoluto desconocimiento de estos hechos, sobre todo cuando el padre del señor Romero era el responsable del comedor social y su hermano el gerente de la tienda que se beneficiaba del desvío de alimentos en perfecto estado de conservación y que estaban destinados a una labor social en un barrio muy necesitado de ayuda", asevera la denuncia que está investigando actualmente el Ministerio Público.

El denunciante recoge asimismo unas declaraciones realizadas en su día por el que fuera hermano mayor Diego Centella, quien afirmó que "no ha existido ningún ánimo de lucro ni de enriquecimiento personal", pero acto seguido "cierra el comedor social, un sinsentido absoluto".

Dice la denuncia que Diego Centella "como mínimo, ha incurrido en una dejación de funciones y en una gravísima culpa in vigilando", mientras que Diego Romero, entonces número 2 en la jerarquía del gobierno de la hermandad, "es hijo y sobrino de las personas que comercializabancon los alimentos distraídos, siendo la señora Valme Rodríguez, mayordoma y responsable de todos y cada uno de los bienes de la corporación".

En su día, las personas implicadas con estos hechos limitaron esta práctica afirmando que el desvío de alimentos sólo había ocurrido "cuatro o cinco veces" y señalando que en realidad se trataba de un trueque, en el que se intercambiaban frutas y verduras por patatas y cebollas. Sin embargo, la propia hermandad informó posteriormente de que "según han reconocido los responsables cesados, las prácticas en juicio han tenido lugar en más ocasiones de las que inicialmente se tenía constancia, habiéndose prolongado desde principios de 2022".

Por último, el letrado denunciante pide que se libre oficio al Arzobispado de Sevilla para que informe de las "reuniones mantenidas con los responsables de la hermandad" a raíz de que se conocieran los hechos y que se aporte, "como responsable subsidiario de la hermandad", los números de cuenta de los que la misma es titular y de las personas autorizadas.

También solicita que el presidente del Banco de Alimentos, Francisco Arteaga, informe sobre las reuniones mantenidas con Diego Centella, "en la que se le comunica que se suspende cualquier tipo de suministro a la hermandad, según declaraciones del hermano mayor a Canal Sur Radio, en la cual indica que el Banco de Alimentos le pide un total sigilo respecto de los hechos".

Y a la delegación de Consumo del Ayuntamiento de Sevilla que aporte las actas levantadas por los inspectores que cursaron visita al comedor social en junio de 2023.

El hermano mayor dice que "las obras de caridad tienen que seguir"

El actual hermano mayor del Dulce Nombre de Bellavista, Diego Romero, ha explicado a este periódico que no tienen constancia de la denuncia presentada en la Fiscalía y ha recordado que cuando trascendieron los hechos, en junio del año pasado, la hermandad convocó elecciones y se celebró un cabildo extraordinario en el que se trató el tema del comedor social. "Las obras de caridad tienen que seguir", ha afirmado Diego Romero, que ha añadido que en la actualidad desde la hermandad se está atendiendo de forma individual a personas necesitadas pero sin llegar a la cifra del centenar de personas que acudían al comedor social.

El hermano mayor ha agregado que a la hermandad le gustaría poder volver a abrir el comedor, puesto que "los perjudicados no han sido la hermandad sino los beneficiarios del comedor", que cerró a raíz del escándalo tras once años de servicio.