La Fiscalía da carpetazo a la denuncia de Sanz por los restos humanos del cementerio
denuncia por profanación de cadáveres
El entonces candidato popular llevó dos meses antes de las elecciones el caso al Ministerio Público, que ha descartado que se hubiese producido una profanación de cadáveres o cualquier delito
Sanz denunció el "escandaloso abandono" del cementerio de San Fernando
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La Fiscalía de Sevilla ha archivado la denuncia que el alcalde, José Luis Sanz, realizó en la precampaña de las elecciones municipales, cuando criticó el "escandaloso abandono" del cementerio San Fernando, con la aparición de "bolsas con restos humanos" esparcidos por el suelo del camposanto en un almacén junto a los hornos crematorios. La denuncia del entonces candidato popular a la alcaldía se presentó en marzo pasado, a menos de dos meses de las elecciones municipales del 28 de mayo, y en la misma se solicitaba a la Fiscalía que investigara un posible delito de profanación de cadáveres en relación con la aparición de estos restos humanos y otros delitos contra el Medio Ambiente.
Pero tras analizar esta denuncia, que formalmente firmó el entonces portavoz del grupo municipal del PP Juan de la Rosa, el Ministerio Público ha llegado a la conclusión de que los hechos denunciados no constituyen ninguna infracción penal y ha dictado un decreto de archivo con fecha 9 de junio, según han confirmado a este periódico fuentes de la Fiscalía.
Fue el propio José Luis Sanz quien denunció públicamente la localización de los restos y anunció que elevaría el caso a la Fiscalía, difundiendo incluso un vídeo -que puede verse junto a esta información- titulado "Esto está pasando en el cementerio de Sevilla", donde se incluían las imágenes con los restos humanos visibles en bolsas de plástico y grandes cubos de basura. El candidato popular hacía alusión a "una montaña" de bolsas y huesos que se encuentran amontonados en un solar cerrado al público y al que sólo se tiene acceso con llave.
Tras la denuncia del PP, la entonces delegada de Presidencia y Hacienda del Ayuntamiento de Sevilla, Sonia Gaya (PSOE), abrió una investigación interna -una "instrucción reservada"- para tratar de esclarecer los hechos denunciados. En el curso de esa investigación fueron llamados a declarar varios trabajadores del cementerio, según han confirmado fuentes del caso, que han añadido, no obstante, que esa instrucción reservada fue archivada el pasado verano, ya en la etapa del nuevo gobierno municipal que dirige el popular José Luis Sanz. Sonia Gaya aclaró que se trataba de restos exhumados no reclamados de la fosa de Pico Reja y que estaban a la espera de ser incinerados.
Este caso provocó una fuerte polémica entre el candidato popular y el gobierno municipal presidido por Antonio Muñoz, con el cruce de acusaciones entre ambos partidos. Sanz criticó la "imagen dantesca, vergonzosa, denigrante y horrible, al comprobar que en una escombrera situada detrás de los hornos crematorios que no funcionan, justo al final del camposanto, se acumulan cientos de huesos y cráneos humanos sin identificar, esparcidos entre tierra y escombros". Y añadió que "a la zona se puede acceder sin ningún impedimento y también carece de cualquier tipo de señalización que impida el paso, por lo que los restos humanos pueden ser vistos sin ningún problema por cualquiera que acceda a la parte norte del cementerio", extremo que niega el Consistorio.
Sanz anunció que llevaría el caso a la Fiscalía porque, según dijo, "es incomprensible que el alcalde [por Antonio Muñoz] no sea conocedor de esta situación y si lo es, que no haya hecho nada por solucionarlo", y acusó al socialista Antonio Muñoz de "dejación de funciones".
Por su parte, el gobierno local socialista acusó a José Luis Sanz de "manipular" la situación del cementerio al difundir imágenes de un osario general ubicado bajo una galería en una zona de trabajo del camposanto y catalogado como fosa común de Memoria Histórica como si fueran restos humanos a la vista del público.
De hecho, trabajadores municipales del cementerio habían denunciado hace seis años años las malas condiciones en las que se encontraban algunas de las instalaciones del camposanto, así como la de un antiguo osario en una zona de fosas comunes cuyo mal estado dejaba ver las bolsas y restos óseos de su interior, sin que nadie pusiera remedio.
La situación de abandono de este osario franquista no era nueva y las primeras grietas en la estructura aparecieron "como mínimo", en 2013, es decir, durante el gobierno del también alcalde popular Juan Ignacio Zoido.
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