La Fiscalía pide la condena para Javier Criado por el "acoso psicológico y hostigamiento" a una paciente
El juicio al psiquiatra Javier Criado, visto para sentencia
La letrada de la acusación, Inmaculada Torres, cita en su informe la condena a Al Capone por evasión de impuestos y dice que en el caso de Criado tras la denuncia de muchas mujeres al menos "ha sido enjuiciado por un delito contra la integridad moral"
La Fiscalía de Sevilla ha pedido este viernes una condena de dos años de cárcel para el psiquiatra Javier Criado por el "acoso psicológico y hostigamiento" que infligió a una paciente que acudió a su consulta y a la que dispensó un trato "soez y humillante", hechos por los que también ha solicitado que se le imponga la prohibición de aproximarse a la víctima a menos de 300 metros y el pago de una indemnización de 6.000 euros.
La fiscal del caso, Carmen Escudero, ha elevado este viernes a definitivas sus conclusiones provisionales en el juicio contra el conocido psiquiatra sevillano, que ha quedado visto para sentencia, y en el que ha reclamado una condena por un delito contra la integridad moral. El doctor Javier Criado, ha dicho la representante de la acusación pública, era un "profesional de la psiquiatría con muchísimos años de experiencia, al que se le presentó una persona con una vulnerabilidad extrema y la sometió a un acoso psicológico y hostigamiento que le generó un sentimiento de humillación que a día de hoy persiste" en la paciente, ha aseverado.
Asimismo, la representante del Ministerio Público ha detallado las expresiones "soeces y vulgares" con las que el psiquiatra se dirigió a la víctima, cuyo testimonio considera "esencial" y reúne todos los requisitos para ser considerada como una "verdadera prueba de cargo", además de que se trata de un testimonio "verosímil, coherente y persistente", su versión ha sido "siempre la misma".
La fiscal se ha referido además a las otras denuncias y quejas presentadas por otras tantas mujeres ante el colegio de médicos de Sevilla, denunciando la "mala praxis profesional" del doctor Criado y cómo este "sexualizaba de forma abusiva las consultas, reconduciéndolo todo al tema sexual y con un leguaje soez e impropio" de un profesional de la medicina. "Le doy credibilidad a la declaración de todos los testigos, otra cosa es que los hechos estuvieran penalmente prescritos", ha afirmado la fiscal.
También se ha referido al archivo de la primera denuncia, la de una mujer que ha declarado en este juicio que sufrió abusos sexuales por parte del acusado, en la que la Fiscalía pidió el archivo, y con independencia de esta circunstancia, ha dicho que la "sensibilidad" sobre estos temas ha cambiado en la actualidad con respecto al año 2007, por lo que quizás ha apuntado que se podían haber practicado más pruebas de las que se hicieron en aquella fecha.
La abogada Inmaculada Torres, que ejerce la acusación particular en representación de la denunciante, ha solicitado una condena de 14 años y medio de prisión para el psiquiatra, al que imputa un delito continuado contra la integridad moral y cuatro delitos de lesiones, en los que aprecia además las circunstancias agravantes de abuso de superioridad, la de cometer el delito por razones de género y la comisión por razón de enfermedad o discapacidad.
La acusación ha descartado que exista un "ánimo de venganza" de la víctima hacia el acusado porque, según ha indicado en su informe, han sido hasta 27 las mujeres que han denunciado "hechos similares y muchísimos más graves" que los que se están juzgando, en relación a las denuncias de abusos sexuales por parte del doctor, y ha añadido que todas estas mujeres "no se conocían de nada" y sin embargo denunciaron unos hechos similares ocurridos en la consulta del psiquiatra, por lo que a su juicio "no es verosímil ni creíble" que Javier Criado alegue que ha sido denunciado por venganza.
Inmaculada Torres ha concluido su informe con una alusión a la condena por el delito fiscal al gángster Al Capone y aunque ha señalado que el doctor Criado no es Al Capone, quien tenía "un terrible currículum de gángster y al final fue detenido por evasión fiscal", en el caso del psiquiatra, ha recordado son muchas las mujeres que han denunciado hechos cometidos en su consulta "desde 1980 y lamentablemente han sido declarados prescritos", por lo que se ha congratulado de que al menos "ha sido enjuiciado por un delito contra la integridad moral y esperamos que sea condenado".
Por su parte, el abogado Enrique del Río, que defiende al psiquiatra, ha solicitado su absolución y ha denunciado en su informe la "campaña tremenda" que en su opinión se ha desplegado en torno a este caso, recordando que en este juicio sólo se dirime la denuncia de una de las víctimas por las supuestas vejaciones y el trato degradante del acusado, por lo que ha rechazado "que se quiera condenar en base a la declaración de 27 personas" cuyos testimonios no se juzgan en este proceso.
Así, ha manifestado que la primera denuncia se archivó en el año 2005 porque la misma era "incoherente", y sobre el caso concreto de este juicio ha insistido en el ánimo de venganza de la denunciante, que según la defensa actúa porque Criado le negó hacer un informe diciendo que su marido le infligía unos supuestos malos tratos que, de otra parte, nunca han sido denunciados ni en la Policía ni en los juzgados.
El abogado ha señalado que la denunciante padece un trastorno histriónico de la personalidad y "no soportaba" en caso de que fueran ciertas las preguntas o los comentarios que el doctor le hizo sobre su afición por el Real Betis o por la hermandad del Cerro del Águila -algo que el acusado ha negado en su declaración el pasado miércoles-, y eso le fue generando una "animadversión contra el doctor y empezó a crear una historia", que amplió con la supuesta "orgía en el palco del Sevilla" o con preguntas sobre si su marido "le comía el coño o no".
El letrado ha negado que exista un delito contra la integridad moral, preguntándose si existe trato degradante en este caso, "aparte de expresiones soeces o impropias, muchas jocosas, y que pueden ser de mal gusto", pero que no "cosifican" a la denunciante. "Preguntar o decir que el Betis es muy malo o si follas con tu marido, podemos llamarlo lo que se quiera, pero no es trato degradante", ha concluido.
Los peritos confirman la "coherencia" y "credibilidad" del relato de la denunciante
En la sesión de este viernes también han comparecido los cuatro peritos que han examinado la denuncia de M. G. G. P., quienes han coincidido en la "coherencia" y "credibilidad" del relato de la denunciante, si bien uno de ellos ha asegurado que la víctima padece un trastorno histriónico de la personalidad, mientras que los otros tres peritos han negado que exista dicho trastorno o rasgos del mismo en la mujer.
Así, un médico forense del Instituto de Medicina Legal (IML) de Sevilla ha explicado que mantuvo dos entrevistas con la mujer, en la que apreció antecedentes de un trastorno histriónico de la personalidad y un trastorno de ansiedad generalizado, si bien ha señalado que el relato de la mujer era "perfectamente coherente", porque este tipo de pacientes, a diferencia de los psicóticos, "no tienen una pérdida de la verdad", sino que saben distinguir "perfectamente lo real de lo que no lo es, otra cosa es la interpretación que ella haga, pero no va a decir que ha visto un burro volando", ha ejemplificado el experto, que no obstante ha coincidido en que la mujer contaba todos los comentarios soeces que le habría manifestado el doctor Criado y que en una ocasión le aconsejó que se pusiera un tanga rojo para llamar la atención de su marido.
En su informe, el forense descarta un "daño psíquico" de la denunciante por las cuatro ocasiones que estuvo en la consulta de Criado, porque no apreció un "daño traumático psíquico" derivado de esas consultas y del que, a su juicio, de haberlo padecido habría tardado muchísimo tiempo en recuperarse, y ha añadido que no cree que se fuera "profundamente traumatizada" de la consulta. El perito sí ha dicho que le llamó "mucho la atención" la forma en la que vestía la denunciante cuando la entrevistó, porque "no es lo normal cuando se va a un juzgado" y la mujer "parecía que iba a una fiesta", al tiempo que ha señalado que los pacientes histriónicos -lo que antes se conocía como histeria- tienen una tendencia a la "teatralidad, a la exageración de las emciones y se dejan influenciar por los demás", al tiempo que siempre "buscan ser el centro de atención y se preocupan por su aspecto físico".
Frente a la opinión del forense, dos psicólogas y un trabajador social que también han comparecido como peritos han coincidido en que la víctima sufrió un "empeoramiento o agravamiento de su situación" tras pasar por la consulta de Criado.
Así, una psicóloga del servicio de apoyo a los juzgados ha señalado que no observó rasgos histriónicos en la mujer, que estaba en una situación de "vulnerabilidad extrema" por su estado mental, ni que ésta incurriera en "contradicciones" o su relato no fuera coherente, por lo que concluyó en su informe que su testimonio era "creíble". Este perito ha indicado que, según la denunciante, Criado "simplificaba todos sus problemas, diciendo que la culpa era de ella, y lo centraba en el sexo", instándole a practicar sexo con su marido. Para esta perito, la mujer contó "lo que realmente sentía, el sufrimiento y las reacciones emocionales no dejaban dudas de que eran genuinas".
El testimonio de otras 11 mujeres
Otra psicóloga y un trabajador social han concluido igualmente que su testimonio "era veraz, no había elementos que hicieran sospechar" que sus manifestaciones eran "falsas o estuviera fantaseando", y además tuvieron la oportunidad de recabar el testimonio de otras 11 mujeres que pasaron por la consulta de Criado y pudieron comprobar que los hechos que narraban "eran muy similares" y hablaban de los comentarios soeces y el lenguaje inapropiado, además de que alguna reflejaban incluso que habían sido objeto de "tocamientos".
Para estos dos peritos, no había un trastorno histriónico en el caso de M. G. G. P., sino una sintomatología ansiosodepresiva que se agravó tras su paso por la consulta, y han añadido que su pasión por el Betis y el hecho de ir a ver los partidos al campo era muy importante porque era "un lugar seguro para ella", el "agarre" que tenía para intentar salir de su situación.
Estos dos peritos han señalado igualmente que, a diferencia del forense, ellos hicieron unas pruebas "psicométricas" que permitieron descartar el trastorno histriónico de la personalidad en esta paciente.
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