La Fiscalía pide 8 meses de cárcel al Cuco y a su madre por mentir en el juicio de Marta del Castillo

Caso Marta del Castillo

Reclama además una multa de 1.500 euros para cada uno por un delito de falso testimonio.

Ambos se concertaron para dar "cobertura" al Cuco, por entonces menor de edad, "a sabiendas de que se faltaba a la verdad y sin importarles los perjuicios" para la familia de Marta.

Javier García Marín, el Cuco, llega a la Audiencia para declarar en el juicio por el asesinato de Marta del Castillo. / José Ángel García

Ocho meses de prisión y una multa de 1.500 euros. Esta es la petición de condena que la Fiscalía de Sevilla ha realizado contra Javier García Marín, el Cuco, y su madre, Rosalía García Marín, por un delito de falso testimonio, en relación con la declaración que ambos prestaron en el juicio por el asesinato de Marta del Castillo, en el que ambos "urdieron un plan para engañar al tribunal", según el auto de procesamiento dictado recientemente por el juez de Instrucción número 2 de Sevilla.

En el escrito de conclusiones provisionales presentado en el juzgado, al que ha tenido acceso este periódico, la Fiscalía sostiene que el 25 de octubre de 2011, el Cuco y su madre -junto a su padre, ya fallecido- "concertaron con carácter previo una declaración concordante y coherente a fin de dar cobertura a la actuación de Javier durante la noche y la madrugada del 24 de enero de 2009 -cuando se produjo el crimen-, a sabiendas de que se faltaba a la verdad y sin importarles los perjuicios que ello podía irrogar para la familia de la fallecida Marta del Castillo".

De esta forma, el Ministerio Público relata que el 25 de octubre de 2011 el Cuco declaró ante el tribunal que enjuiciaba a Miguel Carcaño y a los otros adultos que durante la tarde-noche del 24 de enero de 2009 "no había estado en el domicilio" de la Calle León XIII, donde se produjo el asesinato de la joven, sino que estuvo con varios amigos "en franjas horarias distintas a las reales, marchándose a su domicilio sobre las 23:30 horas, donde se encontró"con su padre que había salido a tirar la basura, para a continuación "subir hasta su casa y no salir más". Sin embargo, prosigue la Fiscalía, "la verdad era muy diferente conforme ha quedado acreditado" en las sentencias del juzgado de Menores y de la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla.

Por su parte, la madre del Cuco declaró ante el mismo tribunal el 16 de noviembre de 2011, manifestando a la Sala, "sabiendo que no era verdad, que salió" con su marido a "tomar unas copas sobre las 23:30 horas al bar La Portada, regresando a su domicilio sobre la 01:30 o 2:00 horas de la madrugada ya del 25 de enero, encontrando dormido en su habitación a su hijo Javier, cuando la realidad era que estuvieron en el citado establecimiento hasta las 04:30 horas y no encontraron a su hijo en casa cuando llegaron".

La Fiscalía recuerda que el Cuco fue investigado por un delito de encubrimiento del asesinato y condenado por el juez de Menores a tres años de internamiento en régimen cerrado, por su "participación en los hechos inmediatamente posteriores al fallecimiento de Marta del Castillo, ayudando a su amigo Miguel Carcaño a deshacerse del cadáver y evitar su descubrimiento", en una sentencia que fue confirmada por la Audiencia de Sevilla el 20 de octubre de 2011, tan sólo unos días antes de su declaración como testigo y siendo ya mayor de edad en el juicio celebrado contra los adultos.

Javier García Marín, tras declarar en el juicio por el asesinato de Marta del Castillo. / D. S.

El Ministerio Público considera que los hechos que se atribuyen al Cuco y a su madre constituyen un delito de falso testimonio, en el que no aprecia ninguna circunstancia modificativa de la responsabilidad, y por el que solicita a cada uno ocho meses de cárcel y una multa de cinco meses a una cuota diaria de diez euros -en total, 1.500 euros-. La Fiscalía pide la aplicación en ambos casos del artículo 53 del Código Penal, que establece que en caso de impago los acusados que hayan sido condenados deben responder con un día de privación de libertad por cada dos cuotas diarias de la multa no satisfechas.

El juez apreció "motivos suficientes" para atribuirles la falsedad

En el auto de procesamiento dictado recientemente, el juez Carlos Mahón concluyó que “existen motivos suficientes para atribuir” la perpetración del delito de falso testimonio al Cuco y a su madre, unos indicios que vienen determinados por las “declaraciones de los testigos propuestos, investigados y por la documental obrante en autos, todo ello sin perjuicio de las pruebas que las partes puedan proponer practicar en el acto de juicio oral”.

En este sentido, recoge el instructor que las citadas pruebas “han evidenciado en contra de lo declarado por los investigados ante la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Sevilla, de un lado, que en la tarde noche del día 24 de enero de 2009, Francisco Javier García Marín sí estuvo en el domicilio sito en la calle León XIII; de otro lado, que ese mismo día estuvo” con un joven hasta las 20:30 ó 20:45 horas, y que a otros tres los vio a partir de las 22:30 horas del mismo día.

Para el juez, también ha quedado acreditado que “no es cierto que sobre las 23:30 horas del referido día se encontraran en las inmediaciones de su domicilio” el Cuco y su padre “cuando éste iba a tirar la basura, y de otra parte”, que los padres ese mismo día estuvieron fuera de su casa, más en concreto en el bar La Portada, “hasta las 4:30 horas o 5:00 horas del día 25 de enero de 2009”, concluye el juez.

La denuncia de los padres motivó esta investigación

Los padres de Marta denunciaron que la sentencia de la Audiencia de Sevilla -en la que el único condenado fue Miguel Carcaño- ordenó que se dedujera testimonio contra el Cuco, para que se investigara si el joven había incurrido en un delito contra la Administración de Justicia, por falso testimonio en su declaración en la vista oral.

La sentencia recogía que durante el juicio el Cuco "no sólo negó haber estado en el domicilio de León XIII" -donde se cometió el asesinato- en la tarde noche del 24 de enero de 2009, sino que "también fue mendaz en decir que estuvo esa tarde noche con amigos en franjas horarias que éstos han negado", de ahí que los magistrados dedujeran testimonio para que se investigase ese posible delito de falso testimonio.

La denuncia también se dirigía contra los padres del Cuco, después de que éstos reconocieran en un programa de televisión que habían "mentido" en el juicio" para "darle una coartada" a su hijo, hechos que podrían acreditarse presuntamente ahora con las grabaciones que a su vez realizó el supuesto infiltrado, Pablo B. R.

Los padres del Cuco dijeron que a la una y media de la madrugada del 25 de enero al llegar a su casa comprobaron que el entonces menor estaba allí, aunque en realidad a esa hora se hallaban en el bar La Portada. Por eso se citó al camarero de este negocio y al supuesto infiltrado, quien también fue condenado junto a los padres del Cuco a pagar 2.520 euros por quebrantar la orden de alejamiento que pesaba sobre el joven.

En junio de 2016, Antonio del Castillo y Eva Casanueva, padres de Marta, ratificaron ante el juez la denuncia contra la familia del Cuco. Del Castillo aseguró entonces que los padres del Cuco "no llegaron a su casa a la hora que dijeron, no vieron a ese niño en la cama como dijeron, no le dio el besito de buenas noches, y hay una serie de irregularidades", al tiempo que recordó que mentir en un juicio por asesinato "es algo muy grave".

El padre de Marta añadió que el Cuco era ya mayor de edad cuando declaró en el juicio por el asesinato de su hija y, por tanto, "sabía a lo que se exponía".

El Cuco fue condenado en su día por el juzgado de Menores por un delito de encubrimiento a tres años de internamiento en régimen cerrado, en una sentencia que lo absolvió de dos delitos de agresión sexual, contra la integridad moral y de profanación de cadáveres que también se le imputaban. El fallo fue confirmado por la Audiencia de Sevilla.

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