La Fiscalía pide 25 años de cárcel para el hombre que mató a su esposa en Dos Hermanas

Violencia machista

Un jurado popular enjuiciará el caso a partir del 5 de marzo

Una ambulancia del 061, junto al domicilio en el que ha ocurrido el crimen.
Una ambulancia del 061, junto al domicilio en el que ha ocurrido el crimen. / Cadena Dh

Un jurado popular enjuiciará a partir del próximo 5 de marzo en la Audiencia Provincial de Sevilla a Emilio V. T., el hombre acusado de asesinar en enero de 2019 a su esposa, Rosa R. R., de 69 años, en la localidad de Dos Hermanas tras propinarle multitud de golpes con un hacha, hechos por los que la Fiscalía reclama una condena de 25 años de cárcel.

De este modo, está previsto que el juicio comience el día 5 de marzo con la constitución del jurado popular y la presentación de las alegaciones previas por las partes personadas en este procedimiento, mientras que el día 10 declararán el acusado y algunos testigos y al día siguiente comparecerán más testigos y los peritos.

En su escrito de acusación, el Ministerio Público solicita para el acusado 25 años de prisión y el pago de una indemnización total de 450.000 euros a sus tres hijas por un delito de asesinato con alevosía y en ensañamiento y con las agravantes de parentesco y de género.

La Fiscalía, en dicho escrito, relata que los hechos habrían tenido lugar sobre las 15:30 horas del día 26 de enero de 2019, cuando el acusado llegó a la vivienda familiar, donde se encontraba su esposa, quien “le dijo que llegaba tarde, reproche que molestó al acusado, enzarzándose con ella en una discusión en el transcurso de la cual” la víctima quiso abandonar la vivienda, “impidiéndoselo” el encausado, quien “cerró la puerta con llave, guardando en cada bolsillo los dos juegos de llaves, que su mujer intentó quitarle”.

Según expone el Ministerio Fiscal, el investigado no permitió a la víctima que le quitara las llaves mientras le decía “tu no te vas hoy por ahí. Hoy vas a ir conmigo”, continuando la discusión ante la escalera que bajaba desde la cocina al sótano. En ese momento, y estando ambos de pie situados uno frente al otro, el acusado, “con ánimo de acabar con la vida de su mujer y poniendo de manifiesto una actitud de dominación y superioridad sobre ésta, le tapó la boca con gran fuerza e intensidad y de manera continuada le agarró fuertemente por el cuello con ambas manos y comenzó a propinarle puñetazos” en la cara, los ojos y la boca.

Así, y según el relato del Ministerio Público, el acusado, que se encuentra en prisión provisional, comunicada y sin fianza por estos hechos desde el día 29 de enero de 2019, propinó a la víctima “fuertes puñetazos” en la nariz, “haciéndola caer escaleras abajo hacia el penúltimo escalón, donde continuó golpeándola, intentando ella huir mientras se agarraba a la pared, arrastrándola el acusado hacia el interior del sótano”.

Hasta 94 lesiones

La Fiscalía añade que, una vez dentro del sótano, el investigado “continuó durante unos minutos propinándole patadas y puñetazos por todo el cuerpo, intentando la víctima defenderse y levantarse del suelo, sin conseguirlo”, tras lo que, “plenamente consciente, de forma decidida, con clara intención de asegurar un resultado de muerte y, por ende, con claro ánimo de arrebatarle la vida a su esposa”, el encausado cogió un hacha de 11 centímetros de hoja y 42 centímetros de longitud y asestó “multitud de golpes” a su pareja, que se encontraba tendida en el suelo, hasta que finalmente le causó la muerte tras provocarle hasta 94 lesiones consistentes en hematomas, erosiones, heridas contusas e inciso-contusas.

En este sentido, la Fiscalía precisa en su escrito de acusación que el investigado propinó a su mujer “multitud de puñetazos, patadas y golpes con el hacha, causándole voluntariamente un dolor y sufrimiento prolongado antes de que muriera e innecesario para acabar” con la vida de su esposa, quien “no se esperaba una reacción agresiva de su atacante, pues siempre pensó que jamás sería capaz de hacerle nada grave, y la misma fue tan contundente y los golpes tan continuados que la mínima defensa que pudo ejercer al comienzo de la discusión fue insuficiente para repeler eficazmente el ataque”.

Emilio Verdugo, asesino confeso, sale de su casa tras la reconstrucción de este domingo.
Emilio Verdugo, asesino confeso, sale de su casa tras la reconstrucción de este domingo. / Víctor Rodríguez

El Ministerio Público pone de manifiesto que, “al ver que la víctima no respiraba”, el investigado subió a la planta principal, “se lavó las manos, cogió su teléfono móvil y volvió a bajar para cerciorarse de que había acabado con la vida” de su mujer, tras lo que llamó a una de sus hijas y le dijo “me parece que he matado a tu madre”. Sobre las 17,05 horas, asimismo, el acusado llamó al 112 “comunicando que había matado a su mujer”, lo que refirió igualmente a los funcionarios de la Policía Nacional que se personaron en la vivienda, “ante quienes reconoció la autoría de los hechos”.

Al tiempo de cometer los hechos, y según indica la Fiscalía, el acusado “no presentaba ningún antecedente de trastorno mental, ni ninguna anomalía ni alteración psíquica que influyera sobre su capacidad intelectiva ni volitiva, alterasen su juicio de la realidad, o influyesen en la capacidad de conocer y de actuar, comprendiendo la ilicitud de su acción y queriendo su resultado”.

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