Un acusado del caso ERE reniega de su confesión ante la Guardia Civil porque aquel día estaba "borracho"
Juicio por las ayudas a Surcolor
"Los agentes me hablaban y yo decía que sí", explica el supuesto testaferro del conseguidor de los ERE, Juan Lanzas, quien reconoce que en aquella época era adicto y vivía "entre el albergue y el río"
Los tres ex altos cargos procesados por las ayudas a Surcolor no declararán en el juicio
El juicio de la pieza separada de la macrocausa de los ERE relativa a las ayudas a Surcolor ha proseguido este martes con la declaración de más acusados, entre ellos uno que confesó ante la Guardia Civil haber recibido unos 345.000 euros "por orden de Juan Lanzas", el sindicalista conocido como conseguidor de ayudas de la Junta de Andalucía, y haber firmado facturas falsas a nombre de la empresa protagonista de este juicio. Ante el tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla, sin embargo, ha renegado de aquella declaración. "Ese día estaba borracho", ha alegado después de oír cómo el fiscal leía algunos fragmentos de ese día.
"Yo vivía entre el albergue y el río, tenía y tengo un problema de adicción. Ellos me hablaban y yo decía que sí", ha contado Juan Francisco Algarín, que con ese "ellos" se refería a los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que lo interrogaron en enero de 2013. "A mí me metieron allí a las siete de la mañana y cuando llegó la primera abogada ya eran las doce y media. Ya llevaba cinco horas y media de interrogatorio", ha recordado.
"No he tenido ninguna relación con Surcolor", ha continuado este encausado, para quien la Fiscalía Anticorrupción solicita ocho años de cárcel al considerarlo el testaferro de Juan Lanzas. "Me he llevado repartiendo paquetes toda la vida, pero yo no sé lo que los sobres llevaban dentro", ha afirmado. En cuanto a las supuestas facturas falsas, "no he elaborado ninguna", ha dicho. "No tengo ninguna amistad con Juan Lanzas", ha apostillado.
Al concluir su declaración, Algarín ha solicitado al tribunal que lo exima de acudir al resto de sesiones por motivos económicos, ya que aún vive "con las monjas". "No tengo dinero para venir todos los días", ha reconocido. El presidente de la Sección Tercera le ha concedido el deseo y sólo le ha advertido de que deberá acudir a la última jornada, cuando puede ejercer su derecho a la última palabra.
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