Tres delitos de asesinato, detención ilegal y tenencia ilícita de armas para cada uno de los siete acusados
Triple asesinato en Dos Hermanas
La acusación particular ha añadido pertenencia a grupo criminal
El abogado de uno de los acusados plantea la nulidad del registro en la casa de los horrores de Dos Hermanas porque se llevó a cabo sin la presencia de los acusados
La Fiscalía de Sevilla ha imputado tres delitos de asesinato, detención ilegal y tenencia ilícita de armas a cada uno de los siete acusados por el triple asesinato del turco Mehmet Demir, su mujer Sandra Capitán y la hija de ésta, de seis años de edad.
Durante el transcurso de una comparecencia en el juzgado de instrucción número 19, para concretar los cargos que se imputan a los siete acusados, el Ministerio Fiscal ha realizado una lectura de los hechos y una imputación general de todos los acusados, tanto a los que están en prisión como o los dos que permanecen en libertad provisional.
"Hay personas que están allí y que entiendo que no tuvieron nada que ver. A estas alturas no se sabe ni siquiera lo que pasó", explicó Jesús María Rojo Alonso de Caso, que defiende a Ricardo García Hernández, El Pollino. Hasta que la acusaciones no formulen el escrito de acusación no se sabrá las penas que se le solicitan a cada procesado. "Como hay un asesinato de una niña de 6 años la pena que se le imputa es la prisión permanente revisable", recordó Jesús Rojo, algo que también afirmó la acusación particular.
Por su parte, el abogado José Estanislao López Gutiérrez, que ejerce la acusación particular en representación de Joaquín Begines, el padre de la niña asesinada, explicó que la abogada de la familia del turco, ha ampliado al delito de pertenencia a organización criminal, a lo que se han sumado los letrados que representan a las víctimas. López Gutiérrez, que calificó el escrito de la fiscal como "muy duro" por el modo en el que ocurrieron los hechos, informó que el Ministerio Público ha pedido la práctica de varias diligencias de prueba. "Dentro de la ley que tenemos es el máximo posible", afirmó.
Por otro lado, el abogado defensor de David Hurtado Pino, conocido como Tapita, Javier Gimeno Puche, ha pedido el sobreseimiento de la cau
sa al plantear una nulidad puesto que, según el letrado, la entrada y registro que se realizó en la casa de Cerro Blanco donde se encontraron los tres cadáveres, "no contó con la presencia ni del morador ni de testigos pese a estar ya detenidos, tanto El Pollino como su mujer y su padre".
Esta comparecencia se refiere al artículo 25 de la Ley del jurado que establece una vista para “concretar la imputación” contra los acusados. El siguiente paso es que las acusaciones formulen el escrito de acusación de una manera concreta, donde piden las penas y proponen las pruebas de las que se valen para el juicio. Las defensas, hacen otro tanto y también proponen las pruebas, después lo pasan al tribunal del Jurado, selección del jurado y el juicio.
Se retractó tras confesar el triple asesinato
En su primera declaración, el Pollino confesó los crímenes al afirmar que “se tiroteó” con el turco por una deuda que tenía con él, pero cuando compareció por segunda vez ante la instructora, cambió radicalmente su versión, ofreciendo un testimonio exculpatorio.
En su nueva declaración, el Pollino sostuvo que se limitó a alquilar la vivienda delnúmero 168 de la calle Cerro Blanco donde fueron recuperados los cadáveres sepultados bajo ocho metros cúbicos de hormigón. La casa la alquilaron, según el Pollino otro de los implicados, David Hurtado Pino, el Tapita, y su amigo José Antonio Mora Bataller –que se entregó voluntariamente a la Policía el 19 de enero y un tercer individuo que no ha sido localizado.
Ricardo García añadió que la tarde del crimen, el sábado 16 de septiembre de 2017, cuando llegó a este domicilio ya se habían cometido los tres crímenes y cuerpos habían sido arrojados al pozo, siendo en ese momento cuando el Tapita y los otros dos individuos le amenazaron diciéndole “cómo hables de esto te matamos” y por eso fue a comprar el hormigón con el tapó la zanja, para lo cual empleo ocho metros cúbicos de hormigón.
El Pollino insistió en que “no tiene nada que ver” con lo ocurrido y es “una persona inocente”, añadiendo que se “inventó” la confesión tras recibir esas amenazas de muerte. Por su parte, el Tapita declaró que acudió al domicilio a petición del Pollino y que sólo intervino para “reducir” al turco.
A pesar de la declaración del Pollino negando los tres crímenes, la juez sostuvo en el auto en el que envió a prisión al último detenido, en enero de este año, que fue Ricardo García Hernández quien “ejecutó” a las tres personas, de acuerdo con la investigación realizada por el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional.
El primer disparo fue para la niña
En uno de los atestados, la Policía sostiene que la niña de 6 años fue la primera en ser asesinada de un disparo en la cabeza y arrojada “inmediatamente” a la fosa, pudiendo estar aún con vida, dado que la autopsia determinó que tenía “abrasiones en las vías respiratorias profundas compatibles con haber inhalado ante mortemrestos de alguna sustancia encontrada en el interior del pozo”.
Después asesinaron a la madre, Sandra, a la que “ejecutaron con cinco disparos a la cabeza”, y finalmente “ejecutaron” al turco de un único disparo en la cabeza, según la investigación policial. Las tres víctimas presentaban además hematomas por diversas partes del cuerpo, propios de haber sufrido “brutales agresiones” ante mortem, “destacando especialmente por su crudeza e importancia, un gran hematoma que presentaba la niña en el pecho, compatible a juicio de los médicos forenses con un fuerte golpe”.
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