Coronavirus en Sevilla: La emotiva carta de un preso curado a los funcionarios: "Sois personas con corazón y mucha humanidad"
El interno reconoce el "cariño" con el que ha sido atendido y la información "diaria" que le han facilitado a sus familiares hasta que ha superado el Covid-19
La libertad es uno de los mayores derechos fundamentales de los que puede gozar una persona, como hemos podido comprobar en los más de 40 días de confinamiento. Las limitaciones de movimiento impuestas durante el estado de alarma por el coronavirus ni siquiera se pueden asimilar a lo que tienen que pasar las personas que están privadas de libertad, los que están presos, ya sean preventivos o cumpliendo condena, sobre todo en la época del Covid-19.
Los presos se quejan mucho a los jueces de Vigilancia Penitenciaria por sus condiciones de vida en la cárcel, por sus carencias, cuando se le niega un permiso, etc. Lo que es menos común es que un interno muestre su gratitud a los funcionarios y a la dirección de la cárcel, como ha ocurrido en la prisión de Sevilla-I con un recluso que, además, ha estado hospitalizado al ser uno de los dos casos que han que han sido contagiados por el coronavirus en las cárceles sevillanas.
En la misiva que el interno dirige al director de Sevilla-I, José Luis Castejón, el preso da las gracias por "todas las atenciones y deferencias" que ha recibido de la prisión, tanto hacia él como a su familia, a la que han informado "diariamente de cómo se encontraba en cada momento", durante los 15 días que ha estado aislado por el coronavirus, tras haber estado un tiempo hospitalizado por esta enfermedad.
El recluso traslada su agradecimiento tanto a los funciones como a los internos del módulo en el que está, "por su interés" en cómo se hallaba, así como a todo el "personal sanitario" y a la personas que le han atendido llevándole los alimentos, "con el cariño y siempre pendientes de cualquier cosa que pudiera necesitar".
"El haber estado recluido todos estos días, para mí, aunque parezca contradictorio, he sacado una experiencia muy positiva, al saber y poder comprobar que en este centro penitenciario donde me encuentro existen personas, pero personas con corazón y mucha humanidad", afirma el recluso.
El director amplía el reconocimiento a la labor de los funcionarios
Tras recibir esta carta, el director de la prisión de Sevilla-I, José Luis Castejón, ha remitido a su vez un comunicado a la plantilla de funcionarios en la que les da traslado de la gratitud del interno y en el que ha destacado la labor de los trabajadores de este centro penitenciario. "En las aciagas actuales circunstancias que vivimos estamos demostrando que somos conscientes de la responsabilidad que nos corresponde asumir tanto en nuestro ámbito personal como en el profesional, haciéndonos poner lo mejor de uno mismo para ir superando poco a poco la pandemia que venimos soportando", ha escrito el director del centro.
El responsable destaca los "avatares" que han tenido que resolver para hacer guardar la cuarentena a todos los internos que vienen del exterior, "obligando a confinar a módulos enteros para preservar la salud colectiva, aislando sanitariamente a internos con sospechas de haber contraído la enfermedad Covid-19, medidas todas ellas que sin la implicación y la profesionalidad que viene haciendo gala toda la plantilla, en especial las áreas sanitarias y de vigilancia, no hubiesen tenido los resultado óptimos conseguidos".
Dice el director que este reconocimiento a la labor de los trabajadores no es sólo del equipo directivo sino que también lo percibe de "muchos de los internos" que les hacen llegar sus muestras de agradecimiento por la atención y los esfuerzos que están haciendo para facilitarles "en estos difíciles momentos, sin contactos presenciales con sus familiares, su estancia en el centro".
En las prisiones de Sevilla hay 11 trabajadores que han dado positivo en coronavirus -9 de Sevilla-I, uno de la cárcel de Sevilla-II, en Morón de la Frontera, y otro del Hospital Psiquiátrico Penitenciario- y dos internos, uno de los cuales es precisamente el que ha recibido el alta hospitalaria y ha enviado esta carta de agradecimiento.
El impacto entre los reclusos es cuatro veces inferior que en la población general, según Instituciones Penitenciarias
El impacto de la epidemia del Covid-19 entre los reclusos del conjunto de los centros penitenciarios dependientes de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias (IIPP) es aproximadamente 4 veces inferior al impacto en la población general. El número total de internos con PCR positiva es de 52, lo que supone un tasa de afectación de aproximadamente 1,08 por mil internos, mientras que entre la población general esa tasa es de 4,3 por mil habitantes, según ha informado el Ministerio del Interior.
Este es uno de los datos extraídos del análisis epidemiológico preliminar realizado el pasado 27 de abril por la Subdirección General de Coordinación de la Sanidad Penitenciaria sobre los cerca de 50.000 internos en cárceles dependientes de la Administración General del Estado.
En lo relativo a la mortalidad por COVID-19, Instituciones Penitenciarias ha tenido que lamentar el fallecimiento de dos personas privadas de libertad, una interna y un interno del Centro Penitenciario Madrid VII. La tasa de mortalidad se sitúa en el 0,04 por mil internos, lo que supone aproximadamente 10 veces menos que en la población general (0,48 por mil habitantes), mientras que la tasa de hospitalización es aproximadamente 7 veces inferior a la del resto de la población.
De los 71 centros penitenciarios dependientes de IIPP, se han visto afectados 10, lo que supone que el 85 por ciento de los centros permanecen sin ningún caso diagnosticado. El mayor número de casos se ha concentrado en la Comunidad de Madrid con casi el 80% de los casos diagnosticados. La mayoría se agrupa en tres centros penitenciarios, Madrid VII (Estremera) con 26 casos, Madrid V (Soto del Real) con 13 casos y Herrera de la Mancha con 5 casos.
El cierre contra la pandemia
Días antes de que se decretase el estado de alarma, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, en coordinación con el Ministerio de Sanidad, decidió cerrar las prisiones al exterior para proteger del COVID-19 a la población reclusa, colectivo de alto riesgo, así como a los funcionarios y resto de trabajadores de Prisiones.
El 10 de marzo comenzaron a suspenderse todas las comunicaciones no ordinarias, así como la entrada del personal no penitenciario en los centros dependientes de la Administración Central. El 15 de marzo, con la entrada en vigor del Real Decreto del Estado de Alarma, se cancelaron el resto de comunicaciones así como los permisos o las salidas programadas de los internos.
Asimismo, y para paliar el cierre al exterior, se dispuso la ampliación de llamadas telefónicas a las que tienen derecho las personas privadas de libertad y se estableció la gratuidad de las mismas para aquellas que no tuvieran recursos. Posteriormente esta medida se completó con la distribución de teléfonos móviles para que los internos pudieran realizar videollamadas a sus familias o letrados.
A pesar de la dureza de las decisiones adoptadas, la población reclusa en general ha acogido las medidas con comprensión. Su inquietud frente a la COVID-19 es la misma que la del resto de la población. Además, gracias al trabajo pedagógico realizado por los equipos directivos y a la profesionalidad de los funcionarios de Vigilancia, apenas se han registrado incidentes relacionados con la pandemia. Ninguno de gravedad y ninguno de carácter violento.
Más recursos humanos y equipos de protección
A medida que avanzaba la crisis sanitaria, Instituciones Penitenciarias ha ido reforzado sus equipos sanitarios. Primero con la incorporación de 5 médicos contratados por la compañía Iberdrola, en el marco de la colaboración con Instituciones penitenciarias ante la crisis sanitaria del COVID-19. Y, ayer mismo, la llegada de otros 6 facultativos interinos a las prisiones de Daroca, La Moraleja, Murcia II, Ocaña I, Puerto II y Valencia.
Está previsto que en algo más de un mes, puedan incorporarse también los 40 facultativos del proceso selectivo publicado el pasado 25 de marzo.
En cuanto a los equipos de protección, ya se han distribuido por todos los centros penitenciarios 325.500 mascarillas quirúrgicas, 68.100 mascarillas FFP2, 2.000 FFP3, 10.000 batas o buzos, 104.000 guantes y 12.800 botes de gel hidroalcohólico.
La Unidad Militar de Emergencias y otros cuerpos del Ejercito han procedido a la desinfección de la casi totalidad de las prisiones dependientes de la Administración General del Estado.
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