Condenada una menor a 8 fines de semana de arresto y a pagar 4.000 euros por una falsa acusación de violación
Denuncia falsa
El joven, de 18 años, había sido acusado por su anterior novia, de 17 años, por un delito de agresiones, amenazas y malos tratos
La investigación policial descartó que hubiera cometido tales delitos y un juzgado de Menores condenó a la chica por denuncia falsa
Una menor gaditana ha sido condenada a ocho fines de semana de arresto y 4.000 euros de indemnización por una falsa denuncia por malos tratos físicos y psicológicos, amenazas de muerte, agresiones sexuales. La denunciante tenía 17 años en el momento de los hechos, y el denunciado, 18 años, por lo que fue juzgado como mayor.
La menor ha sido considerada en la sentencia del Juzgado de Menores número 1 de Cádiz autora responsable de un delito de denuncia falsa porque, según concluye el fallo, "actuó con un temerario desprecio a la verdad, debiendo incidirse en que en ninguno de los dos procedimientos se ha podido obtener los mínimos indicios o datos objetivos incriminatorios" contra el joven. En el auto de sobreseimiento de la denuncia de agresión sexual, se tiene en cuenta además "la animadversión de la denunciante "contra la que fuera su anterior pareja, dado que en la actualidad tiene una nueva relación".
La menor ha sido condenada tras, según indica la sentencia, "la falta de acreditación de lo hechos denunciados" en el marco de una investigación llevada a cabo por el grupo de delitos tecnológicos de la Policía Judicial. El informe policial califica el relato de la menor de "ambiguo, lleno de lagunas y carente de credibilidad", además respecto al dinero que ella dijo que le había entregado al joven bajo amenazas, el informe policial indica que ella lo abonó días antes de la denuncia en un hotel de cuatro estrellas, "siendo el descubrimiento de la falta de dinero en su casa, el detonante para interponer la denuncia".
La chica presentó la denuncia junto a su padre motivada por la falta de dinero y había manifestado que "estaba obligada a cogerle dinero al padre para dárselo a él bajo amenaza de hacerle algún daño, y también obligarla a hacerse fotos desnuda, llegándola a amenazar incluso con un cuchillo".
De hecho, en uno de los autos de este procedimiento se indica que el detonante de la denuncia "no ha sido la agresión sufrida, sino el hecho del descubrimiento por parte del padre de la menor, de que le había desaparecido dinero de la caja de ahorros familiares, lo que nos lleva a pensar que no existen, desde luego, indicios sólidos contra el investigado".
Los hechos
Los hechos ocurrieron el pasado verano cuando la menor denunció ante la Guardia Civil a su entonces pareja, por agresiones, amenazas, por lo que el denunciado fue inmediatamente, según explica su abogado, conducido a los calabozos, donde pasó dos noches. Al día siguiente, el detenido pasó a disposición del Juzgado de Violencia de Género, donde "al principio se da veracidad a la denuncia de ella".
Durante la investigación, el Fiscal solicitó al acusado que colaborara, aunque insistió "en que no había hecho nada". A partir de aquí y con una orden de entrada al domicilio, puesto que ella había dicho que existían fotos íntimas, el sospechoso fue llevado a su domicilio esposado.
Una vez que llegó otro suplente al Juzgado, se levantó el secreto de sumario y se estableció una serie de medidas preventivas como la orden de alejamiento. Para poder cumplir esta medida, el joven tuvo que irse a otra ciudad a vivir. En este periodo de tiempo y, con la incorporación de la juez titular, se dio la orden para que la brigada científica realizara un informe. Es entonces cuando la investigación apunta a que la denuncia es falsa, algo que sucedió a los 16 ó 17 días de que se abrieran las diligencias.
De denunciado a denunciante
Esta situación supone un giro espectacular al caso y de esta forma el que hasta ahora era denunciado pase a ser denunciante, dando traslado a la Fiscalía de los hechos. Al ser menor en aquel momento, se le ha condenado a la chica a ocho fines de semana de arresto domiciliario y al pago de una indemnización de 4.000 euros por los daños morales causados, así como las costas procesales. Al principio del caso, el Ministerio Fiscal pidió 21 años al joven por los supuestos delitos causados contra la joven.
Tanto el joven como su familia están sufriendo secuelas de la falsa denuncia. Al comienzo de ese curso escolar, y antes de tener el archivo del caso, la familia de la menor se presentó en el Instituto donde estudiaban los dos para que expulsaran al joven. Él ha tenido que recibir ayuda psiquiátrica dada la ansiedad y los trastornos que viene sufriendo desde entonces.
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