Comienza la destrucción de los 6.000 kilos de carne de Magrudis
Magrudis
Una cementera de Jerez inicia hoy los trabajos de incineración, que durarán cuatro días
Una empresa cementera de Jerez de la Frontera (Cádiz) inicia hoy la destrucción de lo más de 6.000 kilos de carne intervenidos a Magrudis desde agosto pasado, cuando se decretó la alerta por el contagio que ha provocado la muerte de tres personas, siete abortos y 217 infectados.
La juez de Instrucción número 10 de Sevilla, Pilar Ordóñez, ordenó el pasado día 1 al Ayuntamiento la destrucción de la mercancia, para lo cual el Consistorio ha tenido que contratar a esta cementera de Jerez, que desarrollará los trabajos de incineración durante cuatro días: hoy y mañana, y el próximo lunes y martes.
La carne será transportada en bolsas de 100 kilos y, de hecho, un patrullero de la Guardia Civil controlaba ayer la nave de Magrudis en la calle Pino Silvestre del Polígono Industrial El Pino de Sevilla.
En una providencia dictada el pasado 1 de octubre, la juez instructora ordenó a la delegación de Consumo del Ayuntamiento de Sevilla la destrucción de la totalidad de la carne intervenida, entre la que se encuentran productos envasados, así como carne sin elaborar procedente de las compras realizadas por Magrudis. La juez acordó además que se hiciera un "inventario" de todos los productos y las cantidades que se destruyan.
Y para ello libró oficio al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil para que procediera al “desprecinto” de las dos naves de Magrudis y Elaborados Cárnicos Mario en el mencionado polígono, al tiempo que precisó que los agentes deben asistir a la tarea de la destrucción de los productos existentes en el interior de ambas naves.
Aunque no hay confirmación de que toda la carne incautada está contaminada con la bacteria listeria monocytogenes, deben seguirse los protocolos para la destrucción en estos casos. Este proceso supondrá un coste económico para las arcas municipales, además de otros que se hayan podido causar a lo largo de la alerta sanitaria, por lo que el Ayuntamiento ya ha iniciado el expediente para personarse como acusación particular, como perjudicado, en la causa en la que se investiga el brote de listeriosis.
El dueño de Magrudis, José Antonio Marín Ponce, declaró en el juzgado que arrojó a un contenedor los restos del lote contaminada, aunque sostuvo que era poca cantidad, algo que contraviene los protocolos sanitarios.
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