Cabrera no requirió ni sugirió que la Policía Local acudiera al restaurante del incidente
Incidente en un almuerzo el Día de Reyes
El jefe de la Policía Local, José Medina Arteaga, informa al juzgado que el servicio se activó por una llamada al 112 en la que se alertaba de que había "más de 1.000 clientes" en el local y no se atendían las quejas
La actuación se desarrolló "dentro de la normalidad" y "no acudieron más dotaciones de las contempladas en la práctica diaria"
Cabrera no requirió ni "promovió, dirigió o siquiera sugirió" que la Policía Local se personara el pasado 6 de enero en el restaurante Princi.Pico, donde el delegado de Gobernación y Fiestas Mayores tuvo un incidente durante un almuerzo familiar. Así lo ha asegurado el jefe de la Policía Local, José Medina Arteaga, en el informe remitido al juzgado de Instrucción número 13 de Sevilla, donde asegura que los agentes de la Policía Local acudieron al restaurante de los Remedios a raíz de una llamada al servicio de emergencias 112, en la que se alertaba de que en el negocio había "más de 1.000 clientes" y no se atendían las quejas.
El informe respalda la versión que ha dado el concejal de Gobernación y Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera, que había asegurado que en una de las habituales conversaciones con el mando policial le comentó el desagradable incidente que había tenido cuando le habían negado una mesa para diez comensales, a pesar de que la normativa establecida con motivo del Covid-19 sí permitía ese número de comensales el día de Reyes.
El jefe de la Policía Local sostiene en el informe remitido al juzgado que el servicio se activó el 6 de enero por una llamada realizada a las 14:44 horas del 6 de enero, en la que se informaba sobre la "ausencia de medidas de seguridad y exceso de aforo en el restaurante Princi.Pico", señala Medina Arteaga, que añade que en esa llamada "el alertante informa de que hay más de 1.000 clientes, el dueño no atiende a las quejas de los que les llaman la atención, no hay distancia de seguridad".
El mando policial dice, no obstante, que en una conversación con el delegado sobre las 14:30 horas, éste le relató el incidente que se había producido y, aunque el delegado estaba ya fuera del local, le indicó que "esperase en el lugar mientras comunicaba lo ocurrido al responsable del turno para recibirle denuncia voluntaria" por la negativa a entregarle la hoja de reclamaciones. A continuación, Mediana Arteaga contactó con un intendente que estaba de servicio y se decidió "enviar a un patrullero y a un subinspector al lugar para comprobar lo ocurrido".
En cualquier caso, el jefe de la Policía Local insiste en que la decisión de enviar a los agentes "ni fue promovida por el teniente de alcalde ni fue ni siquiera sugerida por él". "Ninguna de las actuaciones vino promovida, dirigida o ni siquiera sugerida por el teniente de alcalde delegado de Gobernación, que es completamente ajeno a las mismas y que declinó formular denuncia alguna ante la incorrecta interpretación de la norma vigente por parte del establecimiento y la negativa a facilitar la hoja de reclamaciones a los familiares de aquél", concluye el informe remitido al juez.
Sobre el inicio de la actuación, insiste en que fue el aviso recibido por el 112 "al que se le incorporó la información que el teniente de alcalde había ofrecido, generando un suceso en el Centro de Control de la Policía Local". Incluso se alertó a la Policía Nacional, que indicó que había enviado dos patrulleros al lugar.
Por su parte, la Policía Local envió tres patrullas y un subinspector: desde las 15:20 horas hasta las 17:45 horas intervino una patrulla de paisano de la línea Verde y un subinspector -con su conductor-, y desde las 16:07 a las 17:00 horas intervinieron dos patrullas que estuvieron en las inmediaciones de modo preventivo, una "práctica habitual" para la autoprotección y para una eficacia en la resolución al tratarse de "un local abarrotado de público y con ambiente crispado (normal en este tipo de intervenciones)", apunta el informe.
Insultos a los policías
El jefe de la Policía Local señala incluso que entre las 15:30 y las 16:05 horas algunos comensales recriminaron la actuación de los agentes y tuvieron que soportar "insultos, crispándose el ambiente, por lo que se solían efectivos uniformados de apoyo por si la situación se complicase", terminando la inspección del local sobre las 17:45 horas, "con total normalidad y habiendo finalizado el servicio, habida cuenta de que se estaban realizando labores de limpieza y debían cerrar a las 18:00 horas para el cumplimiento de las medidas de Covid".
El jefe de la Policía Local concluye asimismo que la intervención en le restaurante Princi.Pico se desarrolló "dentro de la normalidad en este tipo de intervenciones" y no acudieron "más dotaciones que las contempladas en la práctica diaria". Sobre las unidades apoyo, el informe destaca que se entienden dentro del "protocolo de autoprotección policial" para estas actuaciones.
Asimismo, insiste en que el dispositivo policial se activó por la llamada al 112 y la intervención "duró lo estrictamente necesario", aunque en este sentido explica que se prologan al más del tiempo debido a una cuestión de "entrega/muestra" de documentos por parte del local, algo que también se enmarca dentro de una práctica "normal".
El informe policial recoge finalmente que al restaurante se le levantaron seis actas de denuncia por infracciones observadas durante la inspección, todas ellas de carácter administrativo, como por ejemplo tener abierta y funcionando la actividad no habiendo realizado el cambio de titularidad; realizar la explotación de la concesión administrativa una persona diferente a la que le había sido concedida; así como por tener estructuras metálicas ancladas al suelo, haber instalado césped artificial y laminado de madera no estando autorizado en la concesión administrativa.
También se levantó acata por realizar modificaciones en la puerta que accede al parque de los Príncipes que no estaban autorizadas, y por tener instalados calentadores eléctricos y cableado que rodean las ramas y troncos de los árboles en la zona de la terraza repleta de veladores.
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