Las mujeres maltratadas, ocho horas en la calle a 40 grados y sin protección
Violencia de Género
La Policía dio prioridad al traslado de detenidos por delitos comunes
Los jueces de Violencia de Género elevan una queja al Decanato, a la Junta y la Policía
El juzgado de Violencia de Género de Sevilla vivió el sábado un incidente calificado de “inadmisible y contrario a la ley” por fuentes judiciales: la Policía dio prioridad en el traslado de detenidos a los que iban al Prado de San Sebastián por delitos comunes, por lo que los cinco arrestados por maltrato no fueron conducidos a los juzgados de Violencia de Género de la avenida de la Buhaira hasta las 16.30 horas.
Las víctimas de maltrato, que son citadas a las 9 de la mañana y muchas se desplazan desde pueblos, se vieron obligadas a esperar más de ocho horas en plena calle, con casi 40 grados y sin ningún tipo de protección frente a los familiares del denunciado ya que las fuerzas de seguridad custodian el edificio pero no sus aledaños.
Se debió, al parecer, a falta de efectivos policiales: los cinco acusados por maltrato fueron conducidos junto con el resto de detenidos al Prado de San Sebastián, y no llegaron a los juzgados de Violencia contra la Mujer hasta las 16.30 horas, cuando terminó la presentación del resto ante el juez de guardia ordinario.
Debido al coronavirus, la sala de espera en Violencia de Género solo puede ser ocupada por dos personas, por lo que el resto de denunciantes y sus acompañantes tuvieron que esperar en plena calle y sin protección.
Se trata de un incidente inadmisible y que vulnera la ley, según fuentes judiciales: los asuntos de Violencia contra la Mujer son preferentes sobre el resto y uno de sus objetivos es la protección de la denunciante y la rapidez para evitar la doble victimización.
El juzgado de guardia de maltrato era el número 4, que ese día tenía ocho asuntos, cinco de los cuales con detenido. La tardía puesta a disposición judicial causó un “grave retraso” en la tramitación y resolución final de las medidas de protección solicitadas por las víctimas. Se produjo “una doble victimización: la propia de las relaciones personales y la de la Administración”.
“Las mujeres se convierten en una víctima del sistema”
El problema se agrava porque muchas de las víctimas vienen de pueblos y se ven en un entorno desconocido.
El incidente no se ha vuelto a repetir pero los jueces especializados han elevado una queja al Decanato de los juzgados, a la Junta de Andalucía y al Comisario jefe. Confían en que haya sido un incidente puntual por falta de efectivos policiales pero “no van a permitir que se repita”, según fuentes judiciales.
Los juzgados de Violencia de Género se encuentran estos días en un momento especialmente delicado pues están recibiendo muchas denuncias de mujeres que no pudieron hacerlo durante el confinamiento por COVID-19.
“Hemos hecho mucho hincapié en la formación y la especialización en Violencia de Género para que las víctimas reciban un mejor trato y no se convierta en en un calvario más cuando solicitan la tutela judicial, pero queda mucho por recorrer y hay falta de sensibilidad por parte de otros departamentos”, lamentan desde el sector.
Y añaden: “la propia Administración, por falta de medios, convierte a las mujeres en víctimas del sistema”.
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