"En la vida hay que saber disfrutar cuando tienes un momento bueno"
Toñi Moreno | Presentadora
La conductora de 'Viva la vida', a sus 45 años y en un momento inmejorable de su carrera, se plantea afrontar la maternidad en solitario
Toñi Moreno está en su mejor momento, profesional y personalmente. Tras pasar el verano con su familia en Sanlúcar de Barrameda y hacer un viaje solidario a Guatemala, acaba de arrancar la nueva temporada de Viva la vida, su magacín en directo de las tardes de los fines de semana. El programa ha incluido cuatro nuevas secciones, la incorporación de colaboradores como Jorge Brazález, ganador de la última edición del concurso de cocina Masterchef, y el lanzamiento de los dos primeros productos derivados del espacio: una revista mensual y las zapatillas VLV Sneakers. A sus 45 años y con una carrera televisiva de éxito, la presentadora se plantea formar una familia.
-Ha hablado en algunas revistas de su deseo de ser madre. ¿Qué opciones baraja?
-Estoy intentando ser madre, pero tengo 45 años y si comienzo ahora los trámites para una adopción internacional son muchos años. Si empezara a tramitarla, tendrían que darme la idoneidad, es una larga espera... me plantaría en los 50. Así que he descartado esta vía.
-Ha pensado entonces en otras formas, en la reproducción asistida.
-Claro que he pensado en otras posibilidades, pero no voy a hablar de ello en este momento. Yo no oculto nada, pero tampoco me gusta hablar de mi vida más íntima.
-¿Cómo afronta esta nueva temporada de Viva la vida?
-Con la misma ilusión, la misma entrega y los mismos nervios que el año pasado. Si hay algo que te enseña la tele, es que no sabes nada de tele. Cada día naces y cada día tienes que demostrar lo que vales. No te puedes quedar dormida y la verdad es que estoy nerviosísima.
-Después de muchos años en la televisión andaluza, ¿qué balance hace de su primer año en Telecinco?
-El balance es muy positivo. Cuando uno emprende un proyecto nuevo en televisión lo primero que quiere es que a la gente le guste, que la audiencia te respalde. Y hemos tenido muy buena acogida, creciendo en número de espectadores con una gente muy fiel. Además, sigo aprendiendo. Un programa directo de cinco horas me da para todo: equivocarme, aprender y disfrutar. Viva la vida ha sido el regalo más grande.
-Llegó en el momento adecuado también.
-Sí, desde luego. Había perdido la fe en mi misma. Agradeceré siempre a Mediaset que confiaran en una persona que en el momento de la llamada era una perdedora, alguien que no había encontrado aún su sitio. Que me hayan dejado ser yo, con mis zapatillas, mis defectos... siempre les estaré agradecida por eso.
-¿Presta mucha atención a las audiencias?
-El espectador es soberano, trabajamos para la gente. La audiencia es lo más importante para mí.
-¿Y a las críticas?
-Cuando son constructivas, aunque sean duras, las leo todas. Lo que no leo y no me afectan son los insultos. Pero soy muy de meterme en Twitter para ver lo que la gente ha dicho y tomo nota, la verdad.
-Usted nació en Barcelona y a los 7 años emigró al sur con su familia. ¿Cómo recuerda su infancia en Sanlúcar de Barrameda?
-Cuando volví a Sanlúcar a vivir era como volver a mi casa, porque en mi casa se hablaba andaluz, se cocinaba andaluz y se vivía en andaluz. A mis padres les salió trabajo en un cortijo; no había teléfono ni nada y solo los veía cuando yo iba a verlos, fue una etapa muy dura. Es parte de mi vida, ha hecho que sea como soy.
-Su padre murió a finales de 2016.
-Se puso enfermo, tenía cáncer y se murió en dos meses. Yo por eso ya no hago planes más allá del presente. Disfruto de lo que tengo porque hay un momento en que te das cuenta de que tú no eres el que manejas la vida, es la vida la que te maneja a ti. Hay que ser sumisa ante la vida y adaptarte a lo que venga.
-¿Cómo hace para que sus entrevistas resulten tan sinceras?
-Intento tener empatía con la persona que tengo enfrente. Le miro a los ojos y escucho lo que dice, que es importantísimo. Hay veces que no escuchamos, y no solo en la tele, en la vida. El buen entrevistador lo primero que tiene que hacer es escuchar y cuando la persona de enfrente se siente escuchada es todo más fácil.
-¿Está disfrutando de este momento profesional tan dulce?
-Esta profesión es una noria y ahora estoy en un momento bueno de la noria. En la vida, en general, cuando tienes un momento bueno tienes que saber disfrutarlo, ser consciente de qué te está pasando y, cuando tienes un momento malo, saber cómo afrontarlo. Ese equilibrio entre no creerte la mejor cuando te van bien las cosas, ni la peor cuando te van mal.
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