Victoria Abril: de actriz "olvidada" a concusante calladita de 'MasterChef'

Victoria Abril ha logrado todo lo que se ha propuesto en su carrera y en su vida personal. Es la segunda actriz española (por detrás de Penélope Cruz, que tiene 11) con más nominaciones a los Goya (ocho nominaciones y lo ganó tres veces); tiene un Oso de Plata, dos Conchas de Plata, tres Fotogramas de Plata y ha estado nominada en dos ocasiones al César en Francia. Con todo, hace tres años reconoció sentirse una "actriz olvidada" en España.

La ahora concursante de MasterChef Celebrity se derrumbó en la última entrega del talent culinario al mencionar a su madre, quien se encuentra en una residencia con un estado de salud muy delicado.

Pocos, salvo sus fans, conocen las difíciles infancia y adolescencia de Victoria Mérida Rojos, cuya madre soltera siempre le ocultó que su padre, que siempre creyó muerto, en realidad les había abandonado a ambas y no había querido hacerse cargo de ellas.

Aunque nació en Madrid, se crió en Málaga con su madre, enfermera, y su hermana. Con 8 años regresó a la capital, donde empezó a tomar clases de ballet. Su madre quería que trabajara como secretaria, pero a los 15 años debutó en el cine con la película Obsesión (la rodó en abril, de ahí su apellido). Con 17 fue azafata del Un, dos, tres y luego su carrera despegó de la mano de Vicente Aranda.

Con sólo 18 años se casó con el que sería su primer gran amor, el futbolista chileno Gustavo Laube, casi quince años mayor que ella, con el que rompió en 1982.

Luego se enamoró de un operador de cámara llamado Gérard de Battista (su verdadero nombre es Gérard Nicolas André Letellier) y decidió mudarse a París, ciudad en la que hoy en día sigue viviendo. Con él, con el que vivió su etapa más feliz y estable, tuvo dos hijos: Martín, de 31 años, y Félix, de 29. El mayor es empresario de moda y fundador de Bodements, una compañía de ropa sostenible y vintage, mientras que el menor estudió programación y es un gran apasionado de la fotografía.

Victoria vivió un romance con el productor Pierre Edelman y después con un arquitecto y fotógrafo llamado Nicolas Omet al que conoció en Cuba. Ahora su madre, con la que tantos años estuvo sin hablarse, se ha convertido en su prioridad. Ella y ganar MasterChef, claro.