El trastorno contra el que Joe Biden ha luchado toda su vida

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El presidente de EEUU, Joe Biden.
El presidente de EEUU, Joe Biden. / Efe
Beatriz Pascual Macías (Efe)

26 de septiembre 2022 - 08:01

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a veces tartamudea. Lo hace de una manera muy sutil, arrastrando o repitiendo algunas palabras. Biden, de 79 años, consiguió casi por completo la tartamudez con una gran disciplina. De niño, practicaba recitando poesía frente al espejo para detectar las expresiones faciales asociadas con la tartamudez y, ahora como presidente, planea con rigurosa antelación qué pausas va a hacer en cada discurso.

Es una técnica que aparece en la película El discurso del rey, una de las favoritas de Biden y que retrata el ahínco con el que el rey Jorge VI de Inglaterra batalló la tartamudez para poder dar discursos por radio, como aquel crucial de 1939 en el que el Reino Unido declaró la guerra a Alemania.

El mandatario en su reciente discurso ante las Naciones Unidas pronunció su segunda intervención en esta sede desde que es presidente. En una alocución de casi media hora en el gran escenario de la diplomacia mundial, Biden denunció que Rusia quiere borrar a Ucrania del mapa y pidió al mundo que actúe con firmeza. Aunque ha aprendido a manejar su tartamudez, a Biden las palabras le traicionan especialmente cuando está cansado, según reconoció él mismo en 2020 durante la campaña presidencial.

Su rival, el republicano ex presidente Donald Trump, se burlaba del tartamudeo de Biden; pero el demócrata hacía caso omiso y, en vez de amedrentarse, atacaba a su rival por ser un “matón”.

Biden ha dado varios discursos a jóvenes que tartamudean y, durante la campaña, entabló amistad con un chico de 12 años aquejado de problemas de dicción, Brayden Harrington, al que conoció en un evento en el estado de Nuevo Hampshire y quien unos meses después fue el invitado de honor en la Convención Nacional Demócrata.

“Joe Biden me hizo sentir seguro de mí mismo sobre algo que me ha molestado toda mi vida”, dijo el pequeño en lo que fue uno de los discursos más emocionantes de convención. En su casi medio siglo de carrera política, Biden ha hablado pocas veces sobre su pasado con la tartamudez y siempre que lo hace es para inspirar a otros.

Ese trastorno del habla, como ha reconocido él mismo, ha definido su carácter. Según dijo su hermana Valerie a Los Angeles Times en 2019, el tartamudeo y la lucha por superarlo ha convertido a Biden en alguien más empático, capaz de sentir una mayor compasión por el resto cuando tienen dificultades con algo.

En Estados Unidos, unos tres millones de habitantes, sobre el 0,8% del total de la población, padecen diferentes grados de tartamudeo, definido por la repetición involuntaria de sonidos, sílabas o palabras, originando a su vez otros problemas personales y de relación con los demás.

Además de Biden, otros líderes y famosos han sufrido transtornos del habla a lo largo de la historia.

Ejemplos de ello son el exprimer ministro británico Winston Churchill, que tenía dificultades para pronunciar la letra “s”, o la actriz Marilyn Monroe, cuya famosa voz soplada era consecuencia de sus esfuerzos por superar la tartamudez.

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