¿Está trabajando ya Carlos III? Un rey del siglo XXI entre pergaminos

Si a los 73 años estrenándose en el trono se imaginan a Carlos III con un móvil y una tablet despachando asuntos aprovechando el wifi del palacio de Buckingham se alejan mucho de la realidad que ha compartido el nuevo monarca británico en su primera imagen al frente de sus obligaciones como monarca.

La primera foto de Carlos III trabajando en el palacio londinense se torna más como un óleo barroco, de claroscuros, de luz natural lateral que lo ilumina entre tomos curtidos y pergaminos enrollados primorosamente. Con cachivaches en la mesa que alguien tendrá que retirar, la primera foto de Carlos III en Buckingham como rey es más un pintura que una instantánea de 20 megabytes. El rey viste de forma formal y exquisita, pañuelo sobresaliendo en la chaqueta incluso, como le corresponde al estilo del hasta ahora príncipe de Gales.

La imagen del monarca escenifica su despacho con la caja roja donde se custodian y almacenan los documentos que personalmente ha de atender el rey. Y para echar un vistazo a todas las peticiones pendientes, el nuevo rey ha elegido una de las salas del siglo XVIII de su céntrico palacio. Una imagen que se torna rutinaria, cotidiana para el septuagenario soberano, y con todo la atmósfera de solemnidad y misterio que desea seguir envolviendo en los quehaceres oficiales. Y dentro de ese misterio, la caja de la que se encarga de ordenar el secretario privado. Esa caja no sólo se queda en Londres, viajará allá donde vaya el nuevo monarca para contar con todo el trabajo que tenga pendiente.

Entre los detalles del despacho, que se ha destacado en la puesta en escena, figura al fondo una fotografía de los padres, del rey, Isabel II y Felipe de Edimburgo, retrato que fue un regalo de la pareja a Jorge VI meses antes de fallecer y forma parte del patrimonio personal y sentimental de la familia.