Tamara Falcó se redime de pija en 'MasterChef'
La hija de Isabel Preysler se ha revelado en el 'talent' culinario de La 1 como una mujer trabajadora y tenaz.
Su madre, presente en la final, casi le roba el protagonismo.
La diseñadora y empresaria Tamara FalcóTamara Falcó, hija del marqués de Griñón e Isabel Preysler, se ha convertido en una de las revelaciones de la temporada televisiva con su participación en la cuarta edición del concurso de La 1 MasterChef Celebrity, en el que se ha coronado ganadora. Falcó, conocida hasta ahora por sus portadas en revistas del corazón –ella misma ha declarado que la revista ¡Hola! es como su álbum familiar– y por sus declaraciones como devota católica, no había llegado al gran público, que gracias al talent culinario ha comenzado a descubrir a la persona más allá del personaje: una mujer espontánea, trabajadora y responsable.
Sus inicios estuvieron alejados de los fogones. Tamara estudió durante su adolescencia en Estados Unidos, para más tarde continuar su formación en el ámbito de la moda en Milán. Fue becaria en la compañía Inditex, donde según ha declarado en alguna ocasión, empezó como dependienta en Zara. No es de extrañar que la ganadora del título de Masterchef se haya atrevido con la moda. Después de ser embajadora de firmas como Pronovias o Pandora, en 2018 lanzó su propia firma de moda: TFP by Tamara Falcó.
MasterChef Celebrity es su primer concurso, aunque su andadura televisiva la emprendió en 2013 protagonizando el reality basado en su vida We Love Tamara. Su fichaje como concursante de la cuarta edición con famosos sorprendió hasta a su entorno más cercano. Tanto, que la propia Preysler afirmó que no se esperaba que su hija fuese a "cocinar tan bien". Según Tamara, el único que confió en ella fue su cuñado, Fernando Verdasco.
Durante el concurso, a Falcó no le ha faltado la espontaneidad. La diseñadora protagonizó uno de los momentos más divertidos del concurso cuando la juez Samantha Vallejo-Nágera le preguntó, tras reconocer Falcó que no sabía cocinar, por un libro de recetas que publicó con su nombre en 2016, Cupcakes de Tamara. Sin pensarlo mucho, contestó: "Solo me saqué las fotos, luego dijeron que eran mis recetas, pero no lo eran".
MasterChef ha permitido redescubrir a una Tamara que, aunque sigue abrazando su imagen de pija, ha demostrado ser tenaz y perfeccionista. Ha hecho amistad con el diseñador Juan Avellaneda (que la ha convertido casi en su musa, a juzgar por sus redes sociales), ha bromeado con Los Chunguitos y Yolanda Ramos, y ha compartido flirteo con Jordi Cruz, demostrando que además de ser pija, tiene un gran corazón.
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