Las claves del sonriente regreso de Kate Middleton a sus compromisos reales

Ha sucedido algo paralelo con el rey Carlos III. Cuando hace mes y medio arreciaban los malos pronósticos sobre el cáncer que sufre el monarca británico, reapareció desmintiendo los rumores y afirmaciones lanzados sobre todo por voces que intentan zarandear la estabilidad de la principal institución del Reino Unido. Con Kate Middleton, la princesa de Gales, ha vuelto a ocurrir. A lo largo de esta semana se iban sucediendo noticias que masticaban un drama mayor en el palacio de Kensington cuando este viernes aparecía el mensaje de reaparición de Catalina que iba a estar presente este sábado en el Trooping the Colour, el desfile en honor al rey con motivo de su cumpleaños.

La princesa ha reaparecido en familia, arropada y radiante. Un buen aspecto, sonriente, que viene a confirmar que el tratamiento contra el cáncer que padece está siendo un éxito. En días pasados medios estadounidenses hablaban de la presencia de Kate en una clínica oncológica en Houston, Texas, con el testimonio de enfermos que estaban allí tratados. El palacio de los herederos británicos desmintió tal extremo.

El rostro de la princesa de Gales brindaba una imagen de confianza y esperanza sobre su enfermedad. En el carruaje del desfile de la Guardia Galesa estaba acompañada de sus tres hijos, Jorge, Carlota y Luis, muy implicados en esta estratégica reaparición de la consorte del príncipe Guillermo. El heredero compartía cortejo a caballo con los granaderos galeses. Con su mujer coincidió en la balconada de Buckingham, mirándose sonrientes. Se había dado todo un golpe de efecto sobre su salud. Cuando incluso desde el entorno de la pareja se había hablado de que una reaparición no iba a ser posible hasta finales de año, esta presencia cinco meses después de haber sido intervenida de una grave operación en el abdomen, Kate Middleton ha despejado preocupaciones y malos augurios.

"Tengo días malos y días buenos", el reconocimiento de la complicada lucha contra el cáncer transmitido en el mensaje de este viernes por parte de la princesa ha sido un acicate fortalecido tras su presencia en el carruaje que recorrió el Mall junto a otro vehículo en el que se encontraba el rey británico (que no estuvo como jinete en este desfile 'galés', como es habitual) y su esposa, Camila. Catalina reconoce que en ocasiones por el tratamiento está débil, pero con "buenos progresos", tal como se ha confirmado este sábado.

La princesa había cuidado esta reaparición. Lucía un vestido blanco con ribetes negros con un lazo de rayas blancas y negras en un hombro y tocado redondo en los mismos tonos. Sus pendientes eran los que lució en bautizo de hijo menor, Luis en 2018, unos aros con perlas.