'Fergie' renace a los 60 años

La que fuera esposa del príncipe Andrés de Inglaterra cumple 60 años en la cresta de la ola. Fergie, como así se la conoce popularmente, comparte residencia con su ex marido en Verbier (Suiza, donde tienen también un chalet de esquí) y se ha reconciliado con Isabel II, quien le dio la espalda durante años y la repudió tras anunciar su divorcio en 1992 tras diez años de matrimonio con su hijo. Pero Sarah Ferguson, carne de tabloide, se ha sabido reinventar a las mil maravillas.

Pese a la felicidad de sus dos hijas: Eugenia, casada el año pasado con el empresario vinícola Jack BrooksbankEugenia, y Beatriz, quien seguirá los pasos de su hermana en 2020 contrayendo matrimonio con el italiano Edoardo Mapelli Mozzi Beatriz,, a Ferguson no todo le sonríe en la vida. Andrés, el tercero y para muchos hijo preferido de la reina Isabel, sigue siendo investigado por su relación con el financiero y pederasta estadounidense Jeffrey Epstein. En todo este tiempo su ¿ex? se ha convertido en un apoyo indispensable para él. Lo cierto es que, a pesar de su divorcio hace más de 20 años, Sarah ha mantenido siempre una estrecha relación con el padre de sus dos hijas. "Andrés siempre será mi príncipe. Él sigue siendo mi apuesto príncipe, mi príncipe azul", ha dicho en alguna ocasión.

En la actualidad, eso sí, lleva una vida calmada y algo más lejos de los focos, aunque los tuvo muy cerca desde que en 1985 Diana de Gales decidiera hacer de 'celestina' entre ella y el príncipe Andrés. La princesa de Gales necesitaba una amiga en palacio y qué mejor que Sarah, una joven alegre, divertida y aristócrata, que rápidamente captó la atención del tercer hijo de la reina. Tan solo un año después, la pareja se casaba en Londres, en la abadía de Westminster. El príncipe Andrés y Sarah fueron nombrados entonces duques de York, entre otras distinciones. Pero las supuestas infidelidades por parte de ambos empezaron a hacer mella en la pareja.

Protagonizó varios escándalos (como las fotos en las que se la ve con un amante chupándole el pie) y sus kilos de más le valieron el escarnio de la prensa, que la apodó duchess of pork (duquesa de cerdo). Gracias a las obras de caridad, a la literatura infantil y sobre todo a sus hijas, Fergie ha logrado con el tiempo recuperar el cariño de los británicos.