"Mi segundo hijo es esta casa, que hoy está donde está"
Entrevista/ Rosa Clará
La diseñadora y fundadora de una de las firma referentes en moda nupcial en el mundo celebra los 25 años de su creación
Este año la firma Rosa Clará celebra su 25 aniversario. Fue en 1995 cuando abrió su primera tienda de vestidos de novia en el Paseo de Gracia de Barcelona. Allí empezó a escribir una historia apasionante con la que la diseñadora de moda y empresaria ha cambiado los códigos de la moda nupcial para siempre, mientras enamora a novias de todo el mundo con diseños de vanguardia que ensalzan la individualidad, el romanticismo y la elegancia.
-¿Cómo sobrellevan esta situación tan anómala por la pandemia, que por supuesto también ha afectado al mundo de la moda?
-Creo que ya se ha acabado el pesimismo, debe acabarse. Hay que dar un mensaje positivo, que esta travesía del desierto sin agua pasará y que, cuando pase todo esto, las novias vendrán. Nosotros no hemos parado de trabajar ni un día, salvo en Semana Santa. Algunos han estado teletrabajando, y el equipo de diseño ha estado aislado en una planta con muy poca gente y siguiendo todas las medidas, no hemos tenido ni un solo caso de coronavirus. Trabajando con cuidado y responsabilidad, se puede seguir adelante.
-¿Cómo han podido 'salvar' la colección primavera/verano de este año, estando todo parado durante la primavera?
-Empezamos a trabajar en la colección primavera/verano 2020 en septiembre de 2019 y aún quedan tres meses de año, así que aún hay esperanza. Estábamos en el mejor momento de nuestra historia en cuanto a ventas, de septiembre a febrero. Luego todo se paró y tuvimos que cerrar todas las tiendas.
El 60 por ciento de las novias aplazó sus bodas, no las canceló, pero sí la dejaron para más adelante. Luego llegó el verano y las novias volvieron, y también las bodas, con conceptos distintos pero están ahí. Muchas se han casado de otras manera: con muchos menos invitados –a veces sólo familia– y aplazando la fiesta para más adelante.
-Las bodas ya no pueden ser como antes, ¿eso afecta al vestido de novia?
-Con esto de las distintas normas según la Comunidad Autónoma, hemos tenido novias que, a lo mejor, se casaban en Murcia, y la han cancelado allí para trasladarla a Alicante, que les convenía más por permisividad. Mire, la semana pasada yo estuve en una boda con 200 personas. En la iglesia todos los asistentes con mascarillas; en el aperitivo, mesas con todos sentados un máximo de seis personas; cuando empezó la cena, todos los mayores fuimos a un lado y los jóvenes al otro, sin ni siquiera cruzarnos. Cuando acabó la cena, a los mayores nos despidieron (risas) y la gente joven se quedó haciendo pues... lo que se puede. Se casaron con responsabilidad, con cuidado, siguiendo las normas de distanciamiento, mascarilla, gel hidroalcóholico y demás precauciones que ya conocemos de sobra... tenemos que intentar que la vida vaya cogiendo el ritmo de siempre otra vez.
-¿Cree que volverán a ser las bodas, la moda, todo... como antes del covid-19?
-Va a ser un panorama totalmente diferente, al menos un tiempo. Pero en cuanto puedas hacerte una prueba en casa antes de salir y te cueste un euro, cambiará la situación por completo y para todo, para una boda imagínese. Los novios podrían exigir que antes de ir a su boda todos los invitados se hagan la prueba. Yo soy positiva. No sé si la vacuna estará lo suficientemente probada, pero que habrá tratamientos muy fiables en un plazo de seis meses máximo para evitar la mortalidad, estoy segura de que va a ocurrir. La próxima primavera habrá bodas, claro que sí, quizás no como las entendíamos antes, pero el sector nupcial saldrá adelante.
-¿Cómo se han adaptado en Rosa Clará?, ¿cambian los vestidos de novia si el enlace se cancela?
-Cuando una novia se enamora de su vestido es difícil cambiarlo. Ninguna de nuestras novias ha cambiado su vestido, pero se lo guardamos en la tienda para el año siguiente si lo desean.
-¿Notan que la moda nupcial en España ha vuelto a despegar, o cuesta?, ¿y en otros países?
-Nosotros tenemos todas las tiendas abiertas y las novias, la gran mayoría que se va a casar el año que viene, ya están viniendo y las estamos atendiendo siguiendo todas las precauciones posibles. El país que más rápido empezó a recuperar la normalidad fue Alemania y uno de los países más duros está siendo España, la verdad. Rosa Clará está en 83 países, con 150 tiendas y 4.000 puntos de venta. Cuando arrancó la pandemia había muchos proyectos que se pararon; por ejemplo, abrir nuevas tiendas en Turquía, Polonia, Israel... incluso algunas inauguraciones que no pudimos hacer, como Londres y Dubái. En estos momentos también tenemos en Barcelona más de 500 personas trabajando con nosotros, indirectamente más de 1.000. Los medios de comunicación tienen que ayudarnos. Hay que empezar a ser positivos, necesitamos ayuda para salir de todo esto. Y al frente de este país tecnócratas que den soluciones de futuro y que ayuden a los políticos.
-Su hijo, Dani Clará, acaba de incorporarse a la compañía. ¿Cuál será su cometido?
-Mi hijo se incorporó el 24 de agosto, sí. Está muy preparado, estudió Arquitectura y se fue dos años a Asia a trabajar y estudiar chino, y después hizo un MBA (Master of Business Administration) en Boston. Su llegada significa continuidad para la firma. Nosotros ya tenemos un CEO y Dani se ha incorpora para aprender de muchos departamentos. Yo siempre he dicho que alguien que trabaja en una firma de moda lo primero que tiene que hacer es conocer el producto. Él está inmerso ahora en eso, en las colecciones, está liderando temas de marketing y pronto entrará en la sección comercial. En Rosa Clará hacemos al año 16 colecciones de novia, más de 5.000 vestidos diferentes y cuatro colecciones de fiesta. Mi primer hijo es Dani y el segundo, esta casa, que fundamos hace 25 años y ahora está donde está.
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