El legado familiar de 'La más grande'
Reproches, juicios, abandonos y peleas en los programas de televisión son la tónica habitual en el clan Jurado desde que ella murió.
Si Rocío Jurado levantara la cabeza encontraría una familia dividida. La vida de los Mohedano (el apellido real de La más grande) parece un capítulo de la mítica Falcon Crest, con todos tirándose los trastos a la cabeza. Hay peleas, juicios, abandonos, infidelidades, herencias, adicciones, secretos, venganzas, muertes... Casi todos airean sus trapos sucios en los platós de televisión; incluso la nieta de la chipionera, Rocío Flores, participa estos días en el reality Supervivientes de Telecinco.
Cuando la cantante vivía, pero sobre todo después de su muerte, el 1 de junio del 2006, los miembros de su familia –y añadidos políticos– han sido siempre un plato suculento en la prensa del corazón. Ahora los Mohedano-Carrasco-Flores-Ortega... vuelven a estar en el ojo mediático a raíz del debut televisivo de Rocío, hija de Rocío Carrasco y Antonio David Flores. La joven de 23 años fue defensora de su padre, cuando este entró en Gran Hermano Vip 7, y ahora es la concursante estrella de Supervivientes, y su padre, su defensor en el plató. En ambos programas se ha intentado que la nieta de Rocío Jurado hable de su madre, con la que no mantiene relación desde hace seis años, y su hermano David, desde hace tres.
El pasado 20 de febrero, el mismo día que Rocío saltó del helicóptero para iniciar su aventura, se conoció el motivo por el cual la joven abandonó la casa de su madre en julio de 2012 y se fue a vivir con su padre en Málaga. Aunque Rocío denunció a su madre por malos tratos, la última sentencia que ha visto la luz revela que la condenada fue la joven por "maltrato habitual, amenazas e injurias" hacia su progenitora. Rocío Carrasco, que junto con su marido Fidel Albiac promociona el musical Qué no daría yo por ser Rocío Jurado, sigue apostando por permanecer callada.
Por si fuera poco, en el mismo reality que se graba en Honduras participa la ahora esposa de José Ortega Cano, el viudo de Rocío Jurado, y madre de su hijo, el primero biológico aunque adoptó dos con la artista. Ana María Aldón se ha mantenido durante años en un discreto segundo plano, pero con Supervivientes la diseñadora ha roto este silencio por todo lo alto. Algunos afirman que el ex torero no estaba muy de acuerdo con la decisión de su mujer de abrir las puertas de su vida a la televisión, pero al final ha tenido que entrar por el aro. La defiende en el plató Gloria Camila, hija adoptiva de la cantante y el torero. Su ex pareja, Kiko Jiménez, ha aparecido en la revista Lecturas (junto a su novia Sofía Suescun), y ha aprovechado para criticar a Gloria Camila y dar detalles sobre la supuesta mala relación que ella y Rocío Flores mantienen con Aldón.
Quien hasta la fecha se ha mantenido callado es Antonio Tejado, que dicho sea de paso aprovecha cualquier ocasión para ganar dinero a costa de la familia de su ex pareja, la cantante Rosario Mohedano, sobrina de Rocío Jurado. Sí que ha hablado Amador Mohedano, el hermano, quien visitó Sálvame Deluxe después de cuatro años y arremetió contra su cuñado, José Ortega Cano, del que dijo que cuando estaba casado con Jurado pasaba días enteros fuera, y eso disgustaba a la cantante. El matrimonio, al parecer, no era tan idílico como parecía y discutían mucho. Días después pidió disculpas reconociendo que "he metido la pata". De todo este culebrón lo único cierto fue lo que el propio Amador dijo sobre su hermana: "Si levantara la cabeza se moriría otra vez".
También te puede interesar
Lo último