La reinvención andaluza de Diego del Río

La reclamación de la cocina andaluza va de la mano no sólo de la materia prima sino también de la reinterpretación, con el viento a favor, de nuestras recetas tradicionales, tan fundamentales y valiosas. Los sabores andaluces se engrandecen con una inteligente renovación o con un buen servicio, con maridajes imaginativos y sorprendentes. Y en especial la gastronomía andaluza, se disfruta más en su 'medio ambiente', entre nosotros, en lugares nuestros que inviten a respirar y paladear lo bueno de la vida.

Es lo que sucede con Boho Club el joven resort en la Milla de Oro marbellí, cerca de Puerto Banús, y en una suave ladera por donde se diseminan las rehabilitadas habitaciones. Boho Club abrió sus puertas en 2019 y tras la dura andadura por la pandemia se ha instalado como una de las direcciones claves para el turismo nacional e internacional para hacer de la estancia en Marbella algo más que una experiencia.

El nombre que gira en torno a Boho Club es el del chef malagueño Diego del Río. Originario de la pintoresca Pujerra, tras una prolongada experiencia, Del Río luce una estrella Michelin con unas señas de identidad autóctonas y propias. La cocina de siempre se revela con sorpresa ante el comensal con los raviolis de caza y ramen de puchero que transforman la evocación casera en alta cocina. Como la ensaladilla, con encurtidos, huevo frito y salchichón ibérico que convierte la típica tapa en una propuesta diferente. Si se trata de pescado, el delicado tratamiento de la lubina sobre gazpachuelo.

En esta labor de Diego del Río es fundamental la labor del sumiller, Richard Mena, que descubre vinos andaluces, acentúa clásicos jerezanos, y lleva al encuentro con el sur verdejos matrimoniados de Rueda con la uva palomina (en damajuanas de Tres Pilares), o riojas potentes como Centvm Vitis. O descubre lo bien que casa su vieira curada y crema de calabaza con un sake junmai como Gassan. El chef malagueño incluye en su carta un clásico como su sopa de maíz con mojo de aguacate y verduras, y reinterpreta las otoñales setas con jugo de oloroso, foie, regaliz y avellanas al que Mena acompaña con una Benaveleva 2016, de las madrileñas cepas de San Martín de Valdeiglesias. El rape con romesco y aceituna negra o lomo de venado con toffe de castañas y puré de cebolleta (maridado con Chateau Talbot de 2017) son otras de las propuestas actuales de Boho Club.

Los Almuerzos y cenas se sirven a la carta o en menús degustación. Los comensales habituales se guardan en la recámara la petición la coquelet a la brasa o la presa ibérica en cacao y café. Si es por postres, un par de sugerencia, milhojas de manzana asada o el cremoso de chocolate.

El restaurante de Diego del Río es el eje del Boho Club, que cuenta con dos zonas de piscinas, gimnasio al aire libre y jardines que son un paraje andaluz que aprovecha lo mejor de la Costa del Sol. Las comidas más informales también se disfrutan en la terraza de Bernie's y las festivas noches veraniegas en el patio de Solera son imprescindibles en el calendario estival marbellí. Los jardines de Boho Club son el sosegado punto de partida para ampliar la experiencia con el golf, la playa y el turismo cultural en un radio de pocos kilómetros.

Diego del Río, tan jovial como representa su cocina de respeto al producto, cimenta sin prisas, pero con toda la firmeza, la renovación con sentido de la cocina de nuestra tierra.

Andalucía y la Costa del Sol aún tienen mucho que decir a través de los platos y sus exponentes gastronómicos.