Isabel Bowes-Lyon, la reina madre cuyo secreto era la ginebra
Isabel Bowes-Lyon, al igual que su hija, Isabel II de Inglaterra, llegó a ser reina cuando nadie lo esperaba, ni siquiera ella. La esposa de Jorge VI y, por tanto, soberana consorte del Reino Unido desde 1936 hasta la muerte del rey en 1952, fue una mujer de carácter, sociable, prudente, familiar y con una salud de hierro. Prueba de ello es que murió a los 101 años de edad.
Su longevidad -sólo superada por su prima Alicia, duquesa de Gloucester, quien murió a los 102 años- la atribuyen a que "se conservaba en ginebra", pues su dosis diaria de alcohol incluía una ginebra y un Dubonnet de aperitivo, vino en el almuerzo, otro Martini antes de cenar y de postre, champán Veuve Clicquot. Aunque algunos de sus achaques han permanecido en la intimidad, como la operación a la que fue sometida en 1966 para extraerle un tumor cancerígeno del colon.
La leyenda señala también en ella una incontrolada afición por las apuestas, que dicen mermó su fortuna, calculada en 70 millones de dólares; pero lo único demostrado es su pasión por los caballos, afición que heredó su hija Isabel.
Su familia y primeros años
Isabel nació en 1900 en el seno de una familia aristócrata, concretamente de la nobleza escocesa. Cuando contaba con cuatro años de edad, su padre, Claude George Bowes-Lyon, se convirtió en conde de Strathmore y Kinghorne, lo que la situó en una posición más privilegiada si cabe, de la que disfrutaba al nacer. La madre de Lady Elisabeth -su nombre de soltera- era Cecilia Nina Cavendish-Bentinck.
Fue educada en casa por tutores privados. Su asistencia a la escuela de señoritas Birtwhistle en Sloane Street, a la edad de 12 años, duró poco. Cuando la primera guerra mundial comenzó, a sus 14 años, ayudó asistiendo a pacientes, pues el Castillo Glamis donde vivía se convirtió en hospital.
Como Isabel y sus otras tres hermanas eran amigas de los hijos del príncipe y la princesa de Gales, algunas versiones apócrifas aseguran que conoció a su futuro esposo cuando eran niños en una fiesta infantil. Pero la historia oficial indica que el primer encuentro fue durante la boda de la princesa María y el vizconde Lascelles, en la que fue dama de honor. Le costó aceptarle, eso sí. Hasta la tercera propuesta de matrimonio del joven duque de York, Albert Frederick Arthur George, Lady Isabel no aceptó casarse. La boda se celebró en abril de 1923 en la Abadía de Westminster.
¿Quién era la 'reina madre'?
Sus primeros años de matrimonio transcurrieron entre compromisos púbicos, visitas oficiales y giras. En abril de 1926, Isabel trajo al mundo a su primera hija por cesárea, la princesa Isabel Alejandra María, Isabel II ahora. Y en 1930, cuatro años más tarde, dio a luz a la segunda infanta real, la princesa Margarita Rosa.
Se dice que la reina madre nunca perdonó a su cuñado, Eduardo VIII, abdicara y dejara a su hermano, su marido, como rey; por ello se aseguró de que permaneciera en el exilio junto a su esposa, Wallis Simpson, para que así nunca recibieran el título de Alteza Real.
Tras la muerte del rey Jorge VI en 1952, su primera hija se convirtió en Isabel II y su madre pasó a conocerse como la 'reina madre'. Se le concedió este nombre porque es el que distingue a ex reinas consortes de aquellas que son simplemente madres de los monarcas.
Durante esos años continuó con sus deberes públicos en el Reino Unido, siendo presidenta de unas 350 organizaciones y realizando más de 40 visitas oficiales al extranjero. Incluso mantuvo su popularidad durante los escándalos protagonizados por su nieto, el príncipe Carlos, con Lady Di, y Andrés con Sarah Ferguson, así como durante el romance de su hija Margarita con un plebeyo divorciado, el capitán Peter Townsend.
La viuda del rey Jorge VI falleció el 30 de marzo de 2002 en el Palacio de Buckigham mientras dormía, cuatro meses antes de cumplir 102 años.
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