La Reina Letizia, fiel defensora de las capas
La esposa de Felipe VI recurrió de nuevo a una prenda de abrigo de Hugo Boss que le encanta llevar.
La Reina ha dado una nueva lección de estilo este martes para dar la bienvenida al primer ministro italiano, Sergio Mattarella, y a su hija Laura, quien ejerce de primera dama del país tras el fallecimiento de su madre. Doña Letizia hizo frente a las bajas temperaturas de Madrid con una capa-abrigo, una prenda por la que se siente auténtica predilección en otoño e invierno.
La de este martes era una elegante capa color crema que estrenó el año 2016 en París cuya versión en color negro también tiene y ha lucido, esa sí, en numerosos actos. La prenda de abrigo está firmada por Hugo Boss y encaja a la perfección con el vestido de autoría desconocida que llevó debajo.
La esposa de Felipe VI eligió uno de sus diseños más misteriosos para lucir en la Plaza de la Armería del Palacio Real. Misterioso, porque lo ha llevado en varias ocasiones y todavía se desconoce de qué marca es. Un impecable vestido de tweed en tonos grises y crema de manga al codo y falda por debajo de la rodilla que, aunque estrenó hace tres años, no se conoce quién lo firma. Con unos sencillos salones Magrit en tono gris, Doña Letizia cedió todo el protagonismo al abrigo elegido para la ocasión.
Lo único nuevo del estilismo de la esposa de Felipe VI ha sido un bolso gris de Furla. Concretamente el modelo Metropolitan, con un precio que ronda los 150 euros y que también tiene en blanco.
Algo que llamó poderosamente la atención de la aparición de la Reina Letizia fue su espectacular melena. Aunque no es la primera vez que la soberana luce el pelo suelto en los últimos meses, lo largo que lo tiene unido al volumen con el que se peinó ayer hicieron que su cabello destacase como nunca y sea digno de mención.
Para esta recepción Doña Letizia recuperó sus pendientes pluma de Chanel, con un precio de 6.800 euros, y volvió a lucir su inseparable anillo de Karen Hallam, regalo de sus hijas Leonor y Sofía por un Día de la Madre.
El Palacio Real también iba a ser escenario por la noche de la celebración de una cena de gala para agasajar al mandatario de Italia. En dicha velada se volvieron a recuperar los vestidos largos y las grandes joyas después de varios meses sin realizarse una cita oficial de tal nivel por culpa de las restricciones impuestas a causa de la pandemia de covid-19.
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