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Reacción de Buckigham a la entrevista
La acusación de racismo por parte de Meghan Markle es lo que más ha dolido a la reina Isabel de Inglaterra. Al menos, en el escueto comunicado remitido este martes por el Palacio de Buckigham, tan sólo se refieren a estas palabras cuando la entrevista de los duques de Sussex con Oprah Winfrey se extendió durante dos horas. De hecho, la CBS la emitió en dos partes, las noches de domingo y lunes, por la duración (también por acaparar audiencia dos veces, 11 millones nada menos). Enrique y su esposa reprocharon a los Windsor su falta de empatía, de libertad, de cercanía al fin y al cabo. Las cortes siempre han sido así: encorsetadas, llenas de intrigas y protocolos. La Firma no es una excepción; la institución siempre está por encima de la familia, ésa es la norma.
De ahí que Isabel II no ahondase este martes en aspectos familiares en el escrito enviado a los medios. Son, según el comunicado, asuntos que "serán tratados por la familia en privado". Pero el tema del racismo no podía pasarse por alto, como ha señalado, de foma meridianamente clara y concisa, Buckigham.
La casa real británica, con la soberana a su cabeza, se mostró "entristecida" tras conocer el sufrimiento de los duques de Sussex, y reconoció que los problemas que estos expusieron en su entrevista en la televisión estadounidense son "preocupantes, especialmente el del racismo (...O) Aunque algunos recuerdos pueden variar, (estos problemas) son tomados muy en serio...", argumentó la monarca británica, quien también señaló que tanto Enrique como Meghan y su hijo Archie "siempre serán miembros de la familia muy queridos", tendiendo así la mano a la concordia y a que los problemas que existan, como familia que son, se diriman de puertas adentro.
Meghan relató a Winfrey cómo un miembro de la familia real inquirió sobre cuál sería el color de Archie cuando la duquesa (de origen birracial) estaba embarazada y Enrique confirmó que el racismo que sufrieron fue "en gran parte" la razón por la que ambos decidieron abandonar el Reino Unido. Tras la explosiva entrevista, la prensa británica busca ahora identificar al miembro de la familia real que manifestó inquietud sobre el color de la piel del hijo de los duques de Sussex, antes de que el pequeño naciera, en 2019, tras descartar a la reina Isabel II y su marido, el duque de Edimburgo, con quienes la pareja mantenían escaso contacto.
La reina, el príncipe Carlos y el príncipe Guillermo mantuvieron ya el lunes una reunión de "crisis" para evaluar la posible respuesta que no llegó hasta este martes, según los medios. The Times ha revelado que la monarca se negó el lunes a firmar un comunicado que los funcionarios del Palacio de Buckingham habían preparado y pidió más tiempo para evaluar el escándalo antes de responder al contenido de la entrevista. Una reacción que ha sido tan contenida y discreta como se preveía.
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