"No quiero dinero de Alejandro Sanz"

La presunta hija secreta de Alejandro Sanz acudió ayer por la mañana a los Juzgados situados en la Plaza de San José de Cádiz para ratificar la demanda de paternidad interpuesta contra su presunto padre biológico. Decidida a hacer valer sus derechos como hija primogénita del cantante madrileño, Isabel Vázquez Berea, de 21 años, hizo poco después, ya por la tarde, su primera aparición televisiva en el programa Sálvame, de Telecinco. En una corta intervención a modo de gancho para la audiencia anunció su presencia en Sálvame Deluxe por la noche, donde iba a ser entrevistada en profundidad por los colaboradores de este espacio televisivo.

Pocas horas antes, vestida con pantalón corto rojo, camisa blanca entallada y maquillada, había quedado con su abogado a las puertas del Juzgado gaditano donde confirmó la demanda de paternidad que había cursado hace sólo unos cuantos días.

Allí fue preguntada por este periódico acerca de sus intenciones a la hora de interponer tal recurso. Aconsejada por sus abogados que no se pronunciara al respecto, las que sí han hablado son fuentes cercanas a la joven, quienes aseguran que no le mueve "ningún interés económico". "Ella ya es mayor de edad (tiene 21 años), así que no le correspondería, en caso de probarse la paternidad, ninguna pensión alimenticia", afirman, "No quiere dinero de Alejandro Sanz, no es por sacarle los cuartos". Lo que es evidente (sobre todo ahora, que ya ha hecho su primera incursión televisiva), es el aprovechamiento mediático que puede desprenderse del hecho de ser la hija (y además, secreta... hasta ahora) de un artista con fama internacional como es el caso de Alejandro Sanz.

Sea o no hija del intérprete de Corazón partío, a pocas semanas de convertirse otra vez en padre al cantante le ha surgido un problema teniendo en cuenta lo poco que le gustaron en su día las intervenciones en televisión de Valeria Rivera, la madre de su hijo Alexander, de ocho años, fruto de un romance con esta peluquera mientras todavía estaba casado con Jaydy Mitchell.

Ni que decir tiene tampoco la repercusión negativa hacia su imagen, ya que la madre de la chica, Charo Berea, asegura que Alejandro supo que estaba embarazada y se desentendió de su futuro hijo. Según la demanda, le conoció en 1987 en un bar de Cádiz y un año después, entre el 88 y el 90, mantuvo con él un romance intermitente que dio como fruto a su hija Isabel. Aunque la niña había creído, hasta los 17 años, que su padre era el hombre con el que luego se casó su madre. A esa edad, un certificado de nacimiento terminó haciendo confesar todo a la madre, quien actualmente la apoya "de forma incondicional" en el proceso judicial que acaba de emprender, como ayer señaló la propia Isabel.

Un proceso que, al tener fijada su residencia el cantante en Miami, podría alargarse a la hora de solicitarle los jueces la oportuna prueba de ADN que despejaría todas las dudas. Los abogados de Alejandro Sanz (o él mismo si quiere pronunciarse, lo que es improbable) tienen ahora la palabra.