Manuel Campo Vidal
La política española da el espectáculo
Entrevista en La Sexta
El padre de María del Monte, Antonio Tejado, tuvo siempre hacia su hija una recomendación que ha seguido durante todo estos años: "acertar o equivocarse siempre es por un puntito" y es lo que también ha aplicado en su entrevista de Lo de Évole. "El puntito" se refiere a la distancia que va de labio a labio cuando le ponemos un candado a la boca. La contención es lo que siempre le ha permitido a la cantante alejar los focos y de ahí que lo llevara tan mal en la persecución de los fotógrafos durante sus años de amistad con Isabel Pantoja, a la que no ha mencionado por su nombre durante la charla con Jordi Évole.
También su padre le recomendó así a la joven María cuando se decantó por su vocación musical: "te vas meter en un mundo con mucho fango, lo que te voy a pedir es que no te manches".
Del Monte arrancaba el programa hablando de que primero ha arreglado "su cabeza": se ha tratado de la depresión por el fallecimiento de sus hermanos durante la pandemia y la posterior muerte de su madre, a la que estuvo cuidando durante los últimos años, ocultando en sus últimos meses la tragedia de la pérdida de sus hijos. La sevillana se encuentra recuperada en lo anímico, en una remontada que también incluye su discurso en el Orgullo de Sevilla y la presentación en público de su esposa, Inmaculada Casal. Ahora la artista se centrará en la pérdida de peso, explicó en un intimista programa que arrancó con los recuerdos de sus inicios.
La chica que estaba convencida del potencial de su voz también lo estaba de su primer disco, que en la primavera del 88 pasó desapercibido y no sonó en las ferias. La prometedora cantante surgida en Gente Joven de TVE, participando con Macarrona Flamencona y que se alzaría con la victoria en este talent pionero, no cejó en sus inicios de cuidar las actuaciones y apostar por ese primer disco donde se incluía Cántame.
La constancia de no cejar ante lo que parecía un fracaso permitió que el tema de María del Monte fuera sonando en El Rocío y las ferias y de apenas vender 2.000 copias pasó a 700.000 durante el verano. De aquel álbum vendió 3 millones de ejemplares. Su madrina había sido Rocío Jurado, la que le animó a que se dedicara profesionalmente tras escucharla en el Rastrillo, y cuyo hermano, Amador Mohedano, buscó una discográfica con aquella maqueta de Cántame. El responsable de una compañía le dijo a la cantante que "una mujer no sirve para cantar sevillanas" y Del Monte siempre ha estado a prueba de decepciones, de machismos y de desdenes en general.
"Yo no gané lo que podía haber ganado", ha sido otras de las confesiones de María del Monte, que tras sus primeros años en el mundo de la música dio el salto a la televisión, que le dio más "disciplina" en el trabajo artístico. El dinero nunca ha sido un problema gracias a la posición acomodada familiar y gracias a su trayectoria profesional siempre ha tenido una situación holgada que le ha permitido rechazar todo tipo de propuestas editoriales sobre su apartado personal. Pero el fallecimiento de su padre, por una grave enfermedad, en 2005, le constató que "el dinero no te sirve para nada" si no puede solucionar temas de salud irreversibles. A día de hoy prefiere disfrutar de los buenos momentos, "degustar del selectormanjar que es la vida" y preocuparse más por aprovechar el tiempo y dedicarlo a quienes quiere.
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