Pronovias y el regreso a lo grande de las novias
'Barcelona Bridal Fashion Week'
Tras unos años de vestidos sencillos, Atelier Pronovias apuesta por el lujo, los detalles y la exquisitez de pies a cabeza.
Rosa Clará y el imperio de las novias.
Viktor&Rolf y Marchesa, en la 'Bridal Fashion Week' más internacional.
Las novias postpandemia tienen ganas de lucir vestidos enormes con tules, macro lazos, complementos de quita y pon y escotes palabra de honor, tal y como se ha visto en las principales marcas del sector que han desfilado en la Barcelona Bridal Fashion Week.
El plato fuerte de la noche del viernes, después de Viktor&Rolf y Rosa Clará los anteriores días, era la colección de alta costura de Atelier Pronovias que firma Alessandra Rinaudo y que lleva el título de Versailles a modo de declaración de intenciones.
Rinaudo explica que en esa “edad de oro” los vestidos eran un símbolo de quién era cada cual, y algo parecido ocurre con las novias que llevan más de dos años esperando a casarse. “Vuelve el glamour, el vestido por todo lo alto, los volúmenes, las sedas, los tules, los escotes palabras de honor, y las piezas extraíbles”, afirma.
Sobre la pasarela, tejidos nobles, brillos, collares y accesorios especialmente confeccionados para recordar el joyero real versallesco. “Esta colección destaca por la atención al detalle y la exquisitez de pies a cabeza”, continúa Rinaudo. “Es una interpretación moderna de uno de los períodos más fastuosos de la historia de la moda”.
Entre las modelos, la veterana Esther Cañadas, que ya fue imagen de Pronovias en 1998.
Y más allá del lujo, y en consonancia con la política de inclusividad que defiende el Grupo Pronovias, en el desfile se han visto diversidad de edades, formas corporales y también modelos transgénero.
La colección Versailles ha venido a confirmar que tras unos años de novias “sencillas”, la postpandemia trae de vuelta a una novia que quiere ser el centro de todas las miradas y no piensa escatimar en detalles ni complementos. Tendencias como lazos enormes, tules o grandes volúmenes, y en general la traslación de la alta costura a la moda nupcial, se han visto en este gran escaparate de vestidos de novia en marcas como Jesús Peiró, Yolanda Cris, Marchesa, Nicole Milano o incluso Viktor&Rolf.
Los holandeses se estrenaron en la cita barcelonesa con la colección Mariage de vestidos sofisticados con detalles de adornos florales de organza de seda hechos a mano, corpiños y patrones atrevidos en los hombros y los escotes. Los motivos naturales y la inspiración romántica fueron el hilo conductor de una colección en la que se colaron algunas minifaldas y también algunos dos piezas pantalón.
Precisamente por el dos piezas con pantalón, e incluso los monos nupciales apostaba también el jueves Rosa Clará, que aunque aceptó los cambios de tendencia, alejados del minimalismo de otras épocas, seguía defendiendo una novia “fiel a si misma” y que “no quiere disfrazarse”.
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