Los príncipes de Gales se adelantan a la coronación viajando en el Metro

A pocas horas de convertirse formalmente en príncipes de Gales con la coronación de Carlos III, Guillermo y Catalina se han dado una vuelta por el centro de Londres en Metro. Un gesto para demostrar que la futura monarquía está conexión con la gente, con la clase media, y que la familia real británica es una dechado de preocupación por estar cerca y al lado. Se acabó lo de estar lejos y arriba.

Esta cercanía ha sido con un medio de transporte impensable y aprovechando el viaje para charlar con los pasajeros en plena curiosidad colectiva sobre el momento histórico de la abadía de Westminster que se vivirá mañana y con unas imágenes que aportan una dosis extra de popularidad para la famiiia de Carlos y Camila.

Los hasta ahora duques de Cambridge debía acudir al pub Dog & Duck por lo que se montaron en la estación de Acton, con los guardaespaldas cerca, por supuesto, para bajarse en la céntrica parada de Tottenham Court Road.

En esta ruta en suburbano que ha durado quince minutos los príncipes han charlado con los (escasos) viajeros del vagón para saber cómo estaban viviendo las horas previas a la coronación. De esta manera la sonrisa de ambos ha quedado inmortalizada en un contexto casi hasta ahora insólito y con una reforzada imagen del príncipe Guillermo, acusado de infidelidad como sucediera con su padre.

Ya en el pub londinense donde acudían, como otra muestra de afecto popular, brindaron por la coronación con las correspondientes pintas de cerveza.