La princesa Marta Luisa de Noruega y su extraña boda con un chamán ante la familia real

La hija mayor de los reyes de Noruega, la princesa Marta Luisa, de 52 años, se ha casado este sábado en segundas nupcias, con el “chamán” estadounidense Durek Verret, con el que ha llevado una polémica relación sentimental que comenzó hace algo más de cinco años. El primer marido, Ari Benh, se suicidó en la Navidad de 2019 tras un sonoro divorcio tres años antes.

La nueva relación de la princesa ha estado cargada de problemáticas que afectaban a su reputación, ya que utilizó su título para promocionar charlas con su pareja, que se autoproclama como “un verdadero chamán”. En repetidas ocasiones ha afirmado que se curó del covid con la ayuda de un “medallón” espacial. Un daño ante la opinión pública que ha causado que miles de noruegos piensen que la miembro de la familia real debería renunciar a su título. 

Polémicas que se han retratado en esta boda, en la que las excentricidades han marcado este matrimonio real sin precedentes. La familia del rey Harald ha estado presente, tras las condiciones que se plantearon para formalizar este matrimonio.

Los novios dieron el sí quiero a una religiosa, Margit Lovise Holte, amiga de la familia, acompañada por el pastor Michael Beckwith, que han sido los encargados de oficiar esta boda siguiendo las directrices de la Iglesia luterana noruega, aunque en varias ocasiones la pareja ha querido cambiar un poco las directrices de la ceremonia, mostrando así su particular y controvertido estilo. 

Durek Verret llegaba al hotel Unión en un coche negro y tapado con una sábana, con la finalidad de no mostrar su ropa. Con un retraso de casi una hora llegaba al lugar escogido para la ceremonia la princesa Marta Luisa, de la misma manera que su pareja, tapada.

 La princesa lucía elegante vestido blanco de tirantes, decorado con pedrerías y flores en relieve, exclusiva que dio la revista ¡Hola!. A su vez la hija del rey Harald V llevaba un enorme ramo de rosas rosas en la ceremnonia. Verret decidía optar por un esmoquín negro que ha engalanado con varios accesorios en dorados, como un pañuelo y un cinturón. 

En cuanto al lugar escogido, este hotel situado en el fiordo Geiranger, en el que se ha instalado una enorme carpa blanca, que ha acogido el segundo sí quiero de la miembro de la familia real noruega. Aunque, otra de las contradicciones de este enlace recae en las vestimentas de los invitados, ya que mientras la familia real ha escogido la indumentaria tradicional del país, muchos de los invitados optaban por diseños extravagantes. 

Antes de la celebración de este enlace, la pareja lanzó una botella conmemorativa de ginebra, cuya venta estuvo suspendida temporalmente por violar las leyes, al igual que anunciò la grabación de un documental sobre la pareja durante la ceremonia para la plataforma Netflix.

Esta celebración de cuatro días comenzó el pasado jueves con la celebración de una fiesta de bienvenida en el hotel anteriormente mencionado. Tras esto, los invitados de la pareja disfrutaron de un paseo en barco por el fiordo de Geiranger durante la jornada del viernes. Para culminar con esta boda y la posterior luna de miel en la que se embarcará la pareja. Antes de este matrimonio la princesa Marta Luisa estuvo casada con el escritor noruego Ari Behn entre 2002 y 2017, con el que tuvo tres hijas. La tragedia del ex marido la princesa pudo superar gracias a la ayuda de Verrett, según ha revelado en varias ocasiones y de ahí que pidiera su familia que la apoyara pese a la cuestionable figura de su pareja.