La Princesa de Asturias vive el verano cuando le espera un exigente destino en Cádiz en diciembre

Después de su visita oficial a Portugal, donde dio una excelente impresión en el país vecino, y tras agasajar a la selección este lunes en la Zarzuela con el título de la Eurocopa, la princesa doña Leonor participó este miércoles en Madrid en la recepción de sus padres al comité de Colegios del Mundo, organismo al que pertenece el instituto en Gales donde cursó los dos años de Bachillerato y donde se encuentra actualmente su hermana, la infanta Sofía, que a mediados de agosto comenzará su segundo curso. Las hermanas tienen un mes por delante para hacer planes conjuntos y con sus respectivas amistades. La Princesa de Asturias a continuación debe proseguir con su formación castrense y el 19 de agosto le aguarda su curso en la Armada, preparación que recibirá en la provincia de Pontevedra, en la Escuela Naval de Marín. En dicho cuartel hace unos días estuvieron los Reyes y su hija en la entrega de despachos. Doña Leonor vestía el uniforme de alférez del Ejército de Tierra tras graduarse.

El año en la Academia de Zaragoza ha sido bien provechoso. Le ha permitido contar con nuevas amistades para toda la vida y un primer contacto que ha sido fructífero además de haberse ganado el cariño y respeto de los zaragozanos. La princesa fue distinguida por las autoridades aragonesas.

Tras cuatro meses como guardiamarina en Marín doña Leonor continuará su formación en la Armada en el buque escuela Juan Sebastián Elcano. Los cadetes de la Armada se trasladarán así a Cádiz, punto de partida de una instrucción de seis meses a bordo de la emblemática nave que recorrerá distintos países hasta alcanzar costas americanas. Será un exigente empleo para la guardiamarina Borbón, continuando con un segundo curso que se prevé más apasionante y también aún más estricto y siguiendo los pasos que ya asumiera su padre a mediados de los años 80 a su regreso del Bachillerato que cursó en Norteamérica. Fue en 1987 y 30 años antes el entonces príncipe don Juan Carlos también formó parte de la tripulación del Elcano.

La Princesa debe aprovechar estas semanas estival con su familia y con sus amigos antes de cumplir los rígidos horarios de la escuela de Marín