La plástica existencia de Cher

Regresa a la interpretación con 'Mamma Mía' y reabre la polémica de la 'eterna juventud'

Setefilla R. Madrigal

19 de julio 2018 - 02:36

Si para la mayoría de las personas alcanzar los 65 años es sinónimo de un merecido descanso, en el caso de la cantante Cher es todo lo contrario. El pasado mayo estrenó los 71 y, justo dos meses después, vuelve a los escenarios con un nuevo proyecto, su participación en el musical Mamma Mía: una y otra vez. La intérprete de Believe, y ganadora de un Oscar por Hechizo de luna, vuelve a los escenarios para dar lo mejor de sí misma, interpretando a la madre de Donna, a la que dará vida la también oscarizada Meryl Streep, y de la que la separan solo unos cuantos años. Pero la suma de años es algo que cobra, en el caso de Cher, una doble dimensión. La adalid de la cirugía estética, una de las primeras en atreverse en estos de los retoques físicos, se ha convertido con el paso de los años en firme defensora de esta nueva forma de engañar al tiempo. Tanto es así que la cifra real de sus intervenciones aún es todo un misterio para el gran público, una cuestión que ha esquivado con tremenda soltura a lo largo de los años. "Puede que me haya convertido en una chica de póster de la cirugía", admitía Cher en las páginas de un diario en cierta ocasión, ironizando sobre este tema. Pese a todo parece que el número de operaciones a las que se ha sometido ronda la veintena. Pasos por el quirófano en los que han retocado partes del cuerpo tales como la nariz, los dientes, los pómulos, el ombligo, el busto o las caderas, por ejemplo.

La cantante se ha mostrado siempre contundente ante las críticas, dejando auténticos mensajes de rebeldía con respecto a sus operaciones estéticas. "Si me quiero poner los pechos en la espalda, es cosa mía", comentaba no hace mucho para zanjar el tema. La estadounidense es una de las personalidades que ocupa uno de los primeros puestos del ranking de operaciones soportadas, en lo que a retoques se refiere. Junto a ella, el también cantante Michael Jackson, que hasta cambió su tono de piel.

Una de las operaciones que siempre ha negado es la extirpación de las costillas flotantes

Sin embargo, en alguna ocasión ha roto su silencio para negar rotundamente operaciones a las que no se ha sometido y que la opinión pública le ha adjudicado. Este es el caso de los implantes en las mejillas y la extracción de las dos costillas flotantes. Algo de lo que no se hace cargo.

Lo que está claro es que la reina del pop es también la reina de las transformaciones. Fan confesa de las pelucas y de los cambios de estilismo radicales, ha asentado una de las premisas básicas de toda la atmósfera que rodea a la música pop actual, heredera de los dorados años 80.

Con su última aparición pública, en el estreno del musical Mamma Mía, en Londres, en el que posaba junto a una joven Amanda Seyfried, se reabre el debate de la eterna juventud en el caso de las intérpretes femeninas. El resto del reparto también se compone de experimentados actores como Andy García (que hará de su marido a pesar de ser nueve años menor que ella).

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