Camaleónica Penélope
Estilismos de Penélope Cruz en Cannes
La actriz elige a Chanel para la alfombra roja, y a Gabriela Hearst y Elie Saab para sus otras apariciones. 'Pe' deslumbró con estilismos de lo más variados y llamativos.
Radicalmente distintos, igual de glamourosos. Penélope Cruz ha deslumbrado en el Festival de Cannes, al que acudió para presentar la película de Almodóvar, Dolor y gloria, con media docena de diseños que la han convertido en una de las actrices más elegantes que se ha paseado estos días por la Croissete, pero también la más camaleónica.
La musa de Almodóvar llegó el jueves, la tercera jornada de la muestra, confirmado una de las tendencias de esta primavera-verano: se llevan los trajes de chaqueta y pantalón blancos. La actriz, eso sí, lo lució a su manera, con un look de lo más veraniego con top de escote en V, chaqueta larga y sencilla y, lo mejor de todo, un pantalón de pata de elefante.
Horas más tarde, Pe nos dejaba dos nuevos looks, completamente distintos. El que más halagos ha recibido fue el que eligió para acudir a la fiesta de Variety, donde brindaba por el éxito de su nueva película, que participa en la sección oficial de Cannes. Se trata de un vestido de invitada de la colección primavera-verano 2019 de Gabriela Hearst, de punto canalé formado por un top color burdeos, falda rosa y una pequeña franja amarilla que facilita la transición entre los dos tonos en la cintura. Penélope completó su atuendo con sandalias de ante nude y suela de esparto con tacón de Jimmy Choo. Además, lleva joyas de Atelier Swarovski. Pero lo más llamativo de este outfit era la falda, con brillo y efecto satinado, ceñida en la cintura para estilizar la figura y pequeño vuelo. En cuanto al maquillaje, optó por llevar los ojos ahumados y alargar las pestañas con rimel, un toque de rubor rosado en las mejillas y los labios malva a juego con el diseño que llevaba.
El segundo de los looks con los que Penélope sorprendió en Cannes era un conjunto de chaqueta y minivestido asimétrico de Elie Saab en color negro con estampado de cadenas doradas. Con este vestido, mostró su lado más sensual debido al corte mini de su falda y el pronunciado escote que le acompañaba. Un motivo que incluso ha llegado a triunfar entre la realeza gracias a Meghan Markle, que apostó por este estilo para uno de sus últimos looks premamá. Con sandalias negras de tiras extrafinas y tacón alto, bolso a juego y gafas de sol redondas, que daban un cierto aire retro chic a su presencia, la estrella consiguió decenas de críticas positivas en las revistas de moda.
Aunque sin duda si un vestido la convirtió en la reina de Cannes fue el que lució la noche del viernes para desfilar sobre la alfombra roja. Un diseño de auténtico cuento de hadas firmado por Chanel que se aleja de anteriores elecciones por parte de la intérprete. Era un vestido de manga corta y estampado con flores de tonalidades blancas y azules, con silueta de tulipán inverso. Un diseño romántico, muy femenino y con mucho volumen en la falda. La melena, recogida en un peinado elaborado que combinaba una trenza y un moño alto de acabado pulido y raya central. Maquillaje natural, como siempre, y pendientes en forma de lágrima. Un vestido de princesa para una reina.
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