Un cambio radical
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El sello de doña Letizia
La naturalidad y la aparición entre los ciudadanos como una familia más contribuyen a que los Reyes y sus hijas gocen de un cada vez mayor aprecio por parte de los españoles. Felipe VI y doña Letizia muestran una proximidad que en otros tiempos hubiera sido considerada impensable y más vinculada a las casas reales escandinavas. La última aparición ha sido en Madrid, este Sábado Santo, cuando la Soledad de la capital presidió una fugaz procesión debido a la lluvia y se sumaron para contemplar los pasos a las puertas de la iglesia en la calle Alcalá. Los Reyes y sus hijas, vestidos informalmente, atendieron las peticiones de fotos en esos gestos de cercanía que son muy valorados.
En lugar de la celebración pascual en Palma de Mallorca, con momentos de recuerdo poco gratos, tras la pandemia los Reyes prefieren aprovechar los días de Semana Santa en familia y sin grandes desplazamientos. La princesa de Asturias, motivo de orgullo por su implicación en su formación castrense en Zaragoza mientras disfruta de las amigas como una adolescente más, pasa estos días de descanso con su padre y con su hermana, la infanta Sofía, que cursa su primer curso de Bachillerato en Gales.
La hija menor de los Reyes se ha mostrado con más soltura en esta reaparición el Sábado Santo, muestra de la experiencia de madurez que está viviendo en estos meses. Felipe VI coincidió con su hija en la Academia de Zaragoza poco antes de Semana Santa. El pasado Martes Santo los Reyes se desplazaron a Zaragoza recoger a su hija y comieron en un restaurante de la localidad de La Almunia de doña Godina.
Doña Letizia, que días atrás compraba un cupón tras un acto en la ONCE, ha imprimido ese sello de mayor naturalidad y proximidad de su familia con la gente y que también se trasluce en sus escapadas al cine o a restaurantes, como una pareja más. Están siendo, por tanto, días de minivacaciones como tantas familias. Los Reyes estarán este miércoles en Cádiz, presidiendo la entrega de las medallas de Bellas Artes, y al poco sus hijas se reincorporan a sus obligaciones.
En lo sucedido en la tarde de este Sábado Santo, acudieron a contemplar la procesión de la Real Congregación de Nuestra Señora de la Soledad y el Desamparo, que debido a la lluvia apena pudo salir de la Iglesia de la Concepción Real de Calatrava, en la calle Alcalá. La familia del Rey saludó a la junta de gobierno de la cofradía que no pudo estar por el corazón de Madrid tal como se tenia previsto.
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