Ha nacido un heredero

Los duques Guillermo y Catalina de Cambridge se convirtieron ayer en padres por primera vez de un varón, que al nacer pesó 3,798 kg. El niño ocupa el tercer puesto en la sucesión al trono británico.

Ha nacido un heredero
Ha nacido un heredero
Gema Amil · Isabel Brea

22 de julio 2013 - 09:07

La Casa Real Británica vivió ayer uno de sus días grandes. Tras más de 10 horas ingresada en el hospital St Mary, la duquesa de Cambridge dio a luz a su primogénito,un varón que pesó al nacer 3.798kilos y que será tercero en la línea de sucesión británica, tras su abuelo, el príncipe Carlos, y su padre, el príncipe Guillermo. El nombre del niño, por el momento, se hará esperar.

Pasaban las seis de la mañana cuando la duquesa fue trasladada en coche desde su residencia de Kesington hasta el ala privada del hospital de St Mary en Padington, la misma clínica en la que vino al mundo su marido, el primogénito de Lady Di. Allí la esperaba un equipo médico capitaneado por Alan Farthing, el ginecólogo de la Reina Isabel desde 2008, y Marcus Setchell, este último por petición expresa de la monarca. La duquesa Catalina tenía claro que quería un parto natural y así se produjo. El bebé llegó a las 16.24 horas (una hora más en España) y fue el propio príncipe, testigo directo del parto, quien informó a sus seres más queridos de la feliz noticia. Primero a su abuela Isabel y, posteriormente, a su padre, que se encontraba a miles de kilómetros participando en un acto oficial, a su hermano Harry, de maniobras con la Real Fuerza Aérea de Wattisham, y a la familia de Catalina. La madre y la hermana de la duquesa estuvieron cerca de ésta en todo momento por expreso deseo de la joven.

A pesar de que el alumbramiento se produjo a primeras horas de la tarde, no fue hasta pasabas las diez de la noche cuando un emisario real escoltado por la policía llegaba a las puertas del Palacio de Buckingham para anunciar a los británicos la feliz noticia. El parte médico que daba fe del alumbramiento quedó expuesto, tal y como manda la tradición, en un caballete instalado para la ocasión en el patio principal del palacio.

Antes de este guiño al pasado, la Casa Real lo hacía público en su página oficial, lo que produjo de inmediato un aluvión de mensajes en las redes sociales. No en vano, la noticia era esperada por decenas de medios de todo el mundo desde hacía semanas por lo que los periodistas apostados en las puertas del hospital estaban ansiosos de poder contar la noticia.

La Casa Real fue dando escuetos mensajes a través de su cuenta en Twitter, aunque lo que realmente hizo partícipe de esta noticia a los londinenses fueron las 62 salvas que se lanzaron desde la Torre de Londres y otras 42 desde Green Park, donde muchos ciudadanos británicos se encontraban concentrados a la espera de este momento histórico. Tras las salvas, los principales monumentos de la ciudad se iluminaron de azul para dar cuenta de que el sexo del recién nacido era un varón. Esta imagen también se repitió en otras ciudades del mundo.

El príncipe Carlos, el orgulloso abuelo, confesó poco después su "inmensa alegría" por el nacimiento de su primer nieto en un comunicado firmado junto a su esposa, la duquesa de Cornualles. "Convertirse en abuelo es un momento único en la vida de cualquier persona, como mucha gente me lo ha dicho en los últimos meses, de modo que estoy enormemente orgulloso y feliz de ser abuelo por primera vez y estamos impacientes de ver al bebé en un futuro cercano", afirma en dicho documento.

El conocido mundialmente como 'bebé real' ha llegado al mundo dos años y tres meses después de la gran boda de sus padres.

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