Un cambio radical
Alberto Isla, así es la vida actual del padre del hijo de Isa Pantoja
Fallecimientos de cantantes españoles
La trágica pérdida del cantante Álex Casademunt, concursante de OT 1, a los 39 años, se suma a la larga lista de fallecimientos en la carretera de músicos españoles a lo largo de la historia. Ya se sabe: la largas giras de antes, casi siempre en coche o autobús, y los viajes para llegar a una ciudad a dar un concierto o volver a casa, se llevaron a cantantes como Cecilia, Nino Bravo y Tino Casal, pero también a otros menos famosos o de cuyas muertes ha transcurrido más tiempo como Manolo Caracol, La Niña de Antequera, Juan Camacho, Eduardo Benavente, Canito, Jesús de la Rosa, Patxi Andión, Bruno Lomas y Pedro San Martín, entre muchos otros.
María Barrús Martínez, La niña de Antequera, cantaora de flamenco antequerena especialista en fandangos y en cuplés aflamencados, falleció en 1972 un accidente de tráfico ocurrido en la provincia de Sevilla.
Uno de los revolucionarios del flamenco, al acompañarse de orquesta o piano, especialista en fandango y zambra, y recordado por formar pareja con Lola Flores, fue Manolo Caracol. Murió el 24 de febrero de 1973 en un accidente de tráfico en Madrid, cuando se dirigía a su tablao, Los Canasteros. Tenía 63 años.
Tan sólo 27 tenía de las más recordadas y cuyo legado más salió a la luz tras su desaparición. Cecilia murió en plena cima del éxito, el 2 de agosto de 1976 sobre las 5.40 horas de la madrugada. El accidente de tráfico mortal ocurrió en la carretera C-620 (hoy renombrada como N-525), en el casco urbano de Colinas de Trasmonte, en Benavente (Zamora). Dejó tres discos en vida, además de un recopilatorio, y nueve discos después de su muerte. Su muerte se produjo a la vuelta de un concierto en Vigo, al chocar su vehículo con un carro de bueyes. Dicho pueblo la recordó con un homenaje en el año 2010. Madrid también la ha homenajeado con una calle con su nombre.
Junto con Cecilia, el nombre de Luis Manuel Ferri Llopis, más conocido como Nino Bravo, es el que más se asocia a encontrar la muerte en la carretera. Como ella, también encontró la muerte muy joven, con tan sólo 28 años. Este cantante valenciano que es de los pocos cuya recuperación sigue vigente en el siglo XXI, ya sea en forma de duetos, versiones del grupo La casa azul, etcétera. La voz mediterránea de la música ligera española, nacido en Aielo de Malferit (Valencia) encontró la muerte en la carretera, a la altura de Villarubio (Cuenca), camino a Madrid para acompañar al Dúo Humo en una grabación en Madrid. Dejó cinco discos en vida y, tras su muerte, se han publicado en total 32 relacionados con él. No sólo eso: cinco libros, un museo propio, y muchos recuerdos a modo de homenaje en las calles de España. Incluso se llegó a editar un cupón de la ONCE con su figura.
Tino Casal es también un cantante y compositor cuya desaparición supuso una honda conmoción en nuestro país. Conocido como 'el Tigre de Tudela', el rey del glam y del tecno-pop encontró la muerte a los 41 años de edad el 22 de septiembre de 1991 a causa de un accidente de tráfico en Madrid. Iba sentado en el asiento de al lado del conductor en un Opel Corsa cuando éste, por exceso de velocidad, chocó contra una farola de la M-500, a 400 metros del Puente de los Franceses. Casal fue la única víctima mortal debido a que no llevaba puesto el cinturón de seguridad. El informe médico determinó su muerte como "rotura del músculo cardíaco causada por una de sus propias costillas".
Eduardo Benavente, integrante de varias bandas, entre ellas Alaska y los Pegamoides, pasó a la historia como 'el cadáver de la Movida'. Su muerte se produjo en Alfaro (La Rioja), a la vuelta de un concierto en León y en dirección a otro en Zaragoza, en un accidente causado por las malas condiciones meteorológicas.
La voz del grupo de rock andaluz Triana, Jesús de la Rosa, 'el poeta de la calle Feria', falleció a consecuencia de un accidente ocurrido en la localidad burgalesa de Villariezo a la vuelta de un concierto benéfico en San Sebastián debido a las heridas producidas por los teclados que iban en el coche y que golpearon mortalmente su cuerpo. Ocurrió el 13 de octubre de 1983 cuando él tenía 35 años.
Ya en una época en la que los accidentes de tráfico parecían haber dejado de ser noticia, la carretera se cobró otra víctima musical en la figura de Pedro San Martín, bajista del grupo La buena vida. Murió en un accidente de tráfico en Arlanzón (Burgos) cuando volvía de Burgos de ver un concierto del cantante Nacho Vegas.
También te puede interesar
Lo último
La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¡Anda, jaleo, jaleo!
La ventana
Luis Carlos Peris
Sicab sigue pudiendo con el tiempo
Tribuna Económica
Carmen Pérez
Un bitcoin institucionalizado
El parqué
Álvaro Romero
Tono alcista