Muere Luis Ortiz, marido de Gunilla, el anfitrión más campechano de la jet set marbellí

Justo el mismo día en que se ha conocido la muerte de un cronista de los años de la jet set como Jimmy Giménez-Arnau ha fallecido también un rostro habitual de las fiestas y de las fotografías de aquellos años dorados de la Costa del Sol, Luis Ortiz. Fue marido de la condesa alemana Gunilla  von Bismarck, bisnieta del célebre canciller de la unificación germana, y ambos formaban un tándem imprescindible en aquellas interminables noches y el encuentro de la gente guapa y la gente influyente en los negocios que copaba páginas a color de la revistas entre finales de los 70 y mediados los 90.

Ortiz era una campechana figura de aquellos "saraos", como se solía llamar a las continuas celebraciones de la noche de Marbella con Jaime de Mora y Aragón como principal anfitrión.

El popular personaje de los posados nocturnos ha fallecido a los 74 años en la Clínica Qurón de Marbella. Murió en la tarde del lunes rodeado por su familia tras agravarse el cáncer de próstata que sufría desde años atrás. A lo largo de este verano no se le vio en las celebraciones habituales de la localidad y una de sus últimas apariciones fue en la fiesta del 70º aniversario del hotel Marbella Club, eje de aquella inquieta vida social del tiempo de empuje de la marca marbellí, mucho antes de la desintegración en todos los aspectos que supuso la llegada de Jesús Gil a la alcaldía. Gunilla  von Bismarck acudió en solitario a la ultima gala benéfica de Starlite, una de esas citas actuales a las que era fiel la presencia de ambos.

Luis Ortiz y la popular aristócrata alemana se casaron en 1978 y tuvieron un hijo, Francisco. Aunque se separaron en 1989 mantuvieron un contacto cercano continuo y siguieron siendo una pareja mediática. La familia ha pedido discreción en torno al velatorio.

El fallecido personaje era hijo del censor principal de RTVE, Francisco Ortiz, un funcionario del Ministerio de Información y Turismo que velaba por la moralidad de todos los contenidos, lo que le causaba enfrentamientos con los artistas que pasaban por los platós de Prado del Rey.