Al 'Señor Patata' le quitan el 'señor'

Derivado de la moda de eliminar los juguetes sexistas, el último en caer ha sido Míster Potato (el Señor Patata), que a partir de ahora se llamará Potato Head (Cabeza de Patata) suprimiendo el 'señor' para que no tenga género. Eso sí, habrá un formato con accesorios para niñas, y otro propio de niños.

La firma Hasbro, que es la que fabrica el juguete centenario, asegura que solo se trata de un cambio en el nombre y el logotipo de la marca, pero el muñeco seguirá a la venta. El objetivo que persigue este cambio de nombre es hacer al juguete más inclusivo y que todos los niños puedan crear sus propios personajes Patata sin necesidad de seguir los roles de género. El próximo otoño Hasbro lanzará el pack Crea tu propia familia Potato Head, que incluirá dos cuerpos de patata grandes y uno pequeño, junto con 42 accesorios para que "las posibilidades de crear sus propias familias sean infinitas al mezclar y separar todas las partes y piezas".

Mr. Potato Head fue lanzado al mercado por primera vez en 1952 y al año siguiente, debido a su enorme éxito, se creó a Mrs. Potato Head, la versión femenina del juguete. Ante la preocupación de muchos seguidores de Mr. y Mrs. Potato, la compañía se ha apresurado a aclarar que estos personajes seguirán a la venta, pese al cambio de nombre de la marca, aunque no ha dado muchos detalles más.

"Los nombres Mr. y Mrs. eran limitantes en lo que respecta tanto a la identidad de género como a la estructura familiar, la cultura ha evolucionado", ha declarado al respecto la directora general de Hasbro, Kimberly Boyd, a la revista de negocios Fast Company.

Esta no es la primera empresa juguetera en hacer importantes cambios en sus productos para adaptarlos a los nuevos tiempos. Por ejemplo, Barbie ha pasado de ser únicamente una muñeca rubia y delgada, a representar diferentes cuerpos y etnias. Así, ahora hay barbies con curvas, morenas, sin pelo e incluso en silla de ruedas. Sin embargo, la decisión de Hasbro ha provocado una enorme polémica entre quienes piensan que modificar los juguetes es una buena iniciativa de promover cambios, y los que opinan que es pasarse de la raya.