Un cambio radical
Alberto Isla, así es la vida actual del padre del hijo de Isa Pantoja
'Caso Mainat'
El culebrón del otoño tiene nombre y apellidos: Josep María Mainat. Un presunto intento de asesinar al productor y ex miembro de La Trinca por parte de su esposa ha dado un vuelco: ahora resulta que la niñera de los dos hijos de la pareja durante seis años defiende a Ángela Dobrowolski. "Era una mujer dedicada a su esposo, era un matrimonio normal, me ha sorprendido mucho todo esto. La gente ha mentido, yo viví allí y a Ángela la quieren dejar por loca", ha sentenciado la ex trabajadora en casa de Mainat. Además, asegura que ella jamás vio a la famosa 'rusa' ni tenía conocimiento de que viviera en la casa, ni ella ni el escort o chico de compañía contratado por Dobrowolski.
El programa Sálvame también ha emitido nuevos audios de Mainat y Ángela. Una conversación entre ambos que demuestra que la convivencia era insostenible. "Eres una loca que pincha ruedas", le decía el empresario a su mujer, a lo que ella contestaba, "eso es lo que tú quieres vender, que soy una loca, yo soy buena madre, a punto de terminar mi carrera de Medicina". Finalmente, Josep María asegura: "Nos divorciamos y te pierdo de vista, es insoportable que estés aquí. Quiero vivir tranquilo".
Josep María Mainat (Canet de Mar, 1946) se hizo famoso como una de las tres patas de La Trinca, pero se forró –literalmente– con la venta de la productora televisiva con la que puso en marcha formatos como Crónicas Marcianas, donde los sucesos más mediáticos se estiraban como un chicle en busca de los mayores picos de audiencia. Ahora, el involuntario protagonista de la crónica negra –aunque sin víctimas mortales– es él.
Mainat encontró en la farándula una vía de escape a su ingenio. Estudió Arquitectura, pero nunca acabó la carrera. Sí se formó como programador informático. Habla seis idiomas y sus redes sociales revelan su condición de independentista irredento.
Su talento creativo les llevó a dirigir sus pasos hacia una televisión que en los años 80 apenas tenía dos canales y se preparaba para la diversificación. Crearon formatos de todo tipo: musicales (Operación Triunfo), concursos (Tariro, tariro) o magacines (Crónicas marcianas). Su productora, Gestmusic, tenía la virtud de convertir en éxito sus obras y pronto llamó la atención de los gigantes internacionales. Endemol, holandesa, les dio en 2007 90 millones de euros, aunque se aseguraron el control de la creatividad de Cruz y Mainat.
Josep María agudizó entonces su vena independentista, se separó de su compañera, Rosa María Sardá, recientemente fallecida, y se convirtió en un fanático de las terapias antienvejecimiento. "Quiero vivir hasta los 120 ó 130 años", llegó a declarar recién repuesto de una operación de cáncer.
Padre de un hijo biológico, Pol, y de dos adoptados, Mar y Misha, empezó a frecuentar clínicas de cuidado personal con sofisticados programas. Algunas fuentes sitúan en esa época, en torno al 2007, el inicio de su relación con Ángela Dobrowolski, una joven a la que habría conocido en un centro de salud situado en Suiza. Ángela tenía apenas 24 años. "Cuando la conocí, tuve que ponerle tres días seguidos vídeos de La Trinca para que supiera quién era yo. No me conocía de nada", explicó Mainat en 2014, su única aparición pública con esta pareja, en un programa de TV3 en el que presumían de pareja enamorada con dos hijos recién nacidos, Jana y Joan Ramon.
Entonces, y ahora, Ángela era una gran desconocida lejos del círculo más próximo a Josep María. Se le adjudican estudios de Medicina y un origen alemán, aunque su madre y sus tres hermanas viven en Barcelona, a pocos metros de distancia del que era su hogar conyugal con Mainat.
También te puede interesar