Loewe, Balmain y Marant: pompa, sofisticación y sencillez
'Semana de la Moda de París'
Las firmas ligadas al lujo y lo llamativo se contraponen al estilo casual en la capital gala.
Por si no bastaba con recrear la moda de décadas pasadas en la pasarela, ahora lo que se lleva es remontarse aún más lejos. Eso ha hecho la firma española Loewe en la Semana de la Moda de París, donde exploró las siluetas del siglo XVII en busca de las curvas del futuro.
El diseñador de la firma, el británico Jonathan Anderson, abrió su desfile con un vestido recto fluido, plisado en la falda, sobre una camisa blanca de larguísimas mangas que asomaban por el vestido. De ahí a un elegante traje masculino en azul marino con solapa de seda y joyas incrustadas. De pronto surgieron unas abombadas pelucas blancas, junto a unos originales vestidos a media pierna en opulentos tejidos de jacquard. Mangas redondeadas, cintura marcada y afinada por una pieza plana en el centro salpicada con bolas doradas. "Quería construir una nueva forma de silueta que funciona en un mundo abstracto", dijo Anderson tras el show, donde predominaron los colores oscuros, dorados, verdes y rojizos. Según él, la colección es una visión propia de los siglos XVII y XVIII en España y de cómo los españoles adaptaban a su manera las modas de Londres y París. El resultado, mezcla de lujo y funcionalidad, de austeridad y pompa aristocrática, de lanas y brocados, se resume en una idea: "Vestir para impresionar".
Balmain tampoco se quedó atrás en cuanto a sorpresas. El francés Olivier Rousteing renovó su fondo de armario en la cita parisina con chaquetas militares, hombreras marcadas y pantalones de cuero en un estilo sahariano y ochentero, donde predominaron los tonos tierra, el blanco y el negro. Botas de caña infinita, capas en cachemira, chaquetas acolchadas y unos sorprendentes estilismos de mallas en vinilo.
Con Balmain nunca se trata de minimalismo, sino de opulencia y ostentosidad, como buscan los seguidores de la marca, capaces de pagar 2.000 euros por una ajada camiseta de algodón.
Isabel Marant, reina de la moda casual en el París de los 90, antepuso como siempre el estilo a la moda. Se llevarán el próximo invierno los abrigos masculinos, los vestidos vaporosos con mangas abultadas y cuello a la caja, los minivestidos con pomposas decoraciones en hombros y las faldas midi abiertas en la rodilla. En resumen, sus básicos de siempre.
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