La localidad gaditana de los ancestros de Carolina y Alberto de Mónaco
Historias del principado
Los hijos de Gracia de Mónaco, fallecida hoy hace 40 años, tienen doble parentesco con origen en la provincia de Cádiz con antepasados de vida rocambolesca
Casa soberana La 'maldición' que no ha abandonado a los Grimaldi
La primera foto de los hijos de Alberto de Mónaco juntos
Carolina, Alberto y Estefanía, fueron los hijos del príncipe Rainiero de Mönaco, casado en 1956 con Grace Kelly, convertida en princesa Gracia, de quien en este miércoles se cumplen 40 años de su fallecimiento. En el convulso linaje de los Grimaldi, la familia de la casa soberana del minúsculo principado de la Costa Azul, hay gotas de sangre gaditana. De una tatarabuela y de un trastarabuelo.
Los apellidos de Rainiero de Mónaco, fallecido en 2005, eran Grimaldi, Polignac, Louvet y De la Torre. Este último, de evidente origen español, pertenece a un bisabuelo, tatarabuelo del actual príncipe: Isidoro de la Torre Gil, nacido en la localidad gaditana de El Puerto de Santa María el 29 de mayo de 1809. A la ascendencia hay que añadirle, por parte de sus antepasados franceses apellidados Polignac, un tatarabuelo nacido en Cádiz, José Francisco Lenormand de Morando. Vínculo gaditano por partida doble.
El familiar que emparenta con los Grimaldi es el conde Pierre Polignac De la Torre. Este aristócrata de medio pelo se casó en 1920 con Charlotte de Valentinois, primogénita del príncipe monegasco, y en principio, ilegítima, del príncipe Luis II. Charlotte era conocida como la hija de la lavandera.
El entonces heredero, que da nombre al estadio del principado, servía en Argelia al ejército francés como teniente del Tercer Regimiento de Cazadores de África. En Constantina se enamoró de la mujer que se encargaba de cuidar de los uniformes de los oficiales, María Julieta Louvet. De este amor detergente nació Charlotte en 1898. La niña fue reconocida en 1905, convirtiéndose en heredera del trono. Abdicó en su hijo Rainiero en 1944, sucediendo al abuelo en 1949.
La ascendencia portuense de Alberto de Mónaco
El antepasado de El Puerto de los Grimaldi se llamaba Isidoro Fernando José Máximo de la Torre. Era hijo de Isidoro Francisco de la Torre y Josefa Gil, casados en El Puerto en 1808.
El antepasado de Rainiero nació en plena guerra de la Independencia y poco rastro más dejó su parentela en la Bahía de Cádiz. Se supone que ante la invasión de la ciudad de las tropas napoleónicas la familia De la Torre hizo las maletas y se marchó rumbo a México.
En América no les fue mal al matrimonio que anteriormente había emigrado a El Puerto. En México reaparecen años después con una posición holgada. Años antes, en 1769, había nacido en la vecina ciudad de Cádiz uno de los vástagos de la familia Lenormand. Las dos raíces gaditanas se unirían dos generaciones después.
Isidoro de la Torre se casó en México, cuando ya era un rico comerciante y tenía más de 40 años, con la joven Luisa de Mier, nacida hacia 1830 e hija de un matrimonio procedente de la localidad palentina de Santa María de Redondo.
Isidoro y Luisa tuvieron varios hijos. A Ignacio lo casaron con Amanda Díaz, hija del presidente Porfirio Díaz, y a Susana, en 1867, con el conde francés Maxence de Polignac, que había acudido a hacer negocios a México aprovechando sus influencias en el gobierno del emperador Maximiliano de Austria. Con la caída (y fusilamiento) del príncipe austríaco, se trasladaron a Francia y Susana se llevó a sus padres poco después.
El portuense Isidoro de la Torre falleció en Cherburgo en agosto de 1881 y en el cementerio de esta ciudad reposan sus restos. Su descendiente Pierre de Polignac tuvo un corto y tumultuoso matrimonio con la heredera monegasca, de la que se divorció en 1933. Además de Rainiero tuvieron una hija, Antoinette. Los hijos de la pareja será criados por el soberano, el abuelo Luis II, por asegurar un príncipe formado.
Rainiero quedó marcado por la traumática vida de su madre. Ella renunció a ser heredera del trono y falleció en París en 1977. Tras romper con Pierre de Polignac, al que acusó de homosexual, se fue a vivir con un tal René Gigier, que había estado vinculado al robo y tráfico de joyas.
La hermana de Rainiero denunció a su padre por presuntos abusos sexuales y con ninguno de los tres mantuvo relaciones cordiales. Antoinette, que renunció a sus derechos de sucesión, hizo la vida imposible a Rainiero, quien tuvo incluso que suprimir el Consejo Nacional (el parlamento del principado) para atajar las influencias de su hermana en el poder del pequeño territorio. El infausto Pierre Polignac, por su parte, falleció en un olvido absoluto en 1964.
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