Isabel Pantoja se pone del lado de su hermano Agustín

El enfrentamiento entre Isabel Pantoja y su hijo, Kiko Rivera, será dirimido por la Justicia, toda vez que ambos no se ponen de acuerdo de forma amistosa. La primera denuncia interpuesta, la de Kiko contra su tío, Agustín Rivera, ha tenido como consecuencia este jueves que tanto él como la tonadillera hayan tenido que acudir a testificar a los juzgados de la localidad gaditana de Chiclana de la Frontera.

La cantante llegó del brazo de su hermano y con semblante serio, todo apunta que para testificar a favor de Agustín. A su entrada y como única respuesta a las preguntas de los periodistas, la artista lanzó una mirada desafiante a las cámaras.

Ambos hermanos prestaron testimonio ante el juez, él en calidad de acusado y Pantoja en calidad de testigo. El DJ denunció hace unos meses a su tío por varios delitos entre los que se incluye un presunto delito de estafa. Además, señaló a su madre como testigo, por lo que la sevillana no ha podido eludir su presencia en la vista.

Según algunos medios, Isabel Pantoja no paraba de llorar, se mostró muy nerviosa, incluso afirman que sufrió un ataque de ansiedad. Ante la situación y tras "rogar" ella que la dejaran salir por la puerta de atrás para no encontrarse de nuevo con los periodistas, el juez decidió hacer una excepción y abandonó las dependencias judiciales por el acceso de los detenidos.

Unas horas después de que su madre y su tío testificasen, Kiko Rivera, al ser abordado por los periodistas a las puertas de su casa en la sevillana Castilleja de la Cuesta, eludió hacer manifestaciones. Pero poco después, subió a su Instagram una demoledora declaración de intenciones: "La familia no es siempre de sangre, la familia son las personas que en tu vida te quieren en la suya". Además, ha explicado qué es la familia para él: "Son aquellos que te aceptan por quién eres, aquellos que harían cualquier cosa por verte sonreír y aquellos que te aman sin importar nada". Además, en su publicación ha puesto de fondo la canción La historia de El Taiger, que dice: "Dale, dale tu versión y monta tu película, tu peliculón".