Un cambio radical
Alberto Isla, así es la vida actual del padre del hijo de Isa Pantoja
Homenaje póstumo al marido de Isabel II
Ha sido un cónclave de la realeza europea en Londres y el homenaje que Isabel II quería para su marido, el duque de Edimburgo, quien fue despedido el pasado 9 de abril -hace casi un año- en un funeral íntimo debido a las restricciones por la pandemia de coronavirus.
La reina Isabel de Inglaterra no faltó al servicio religioso en la Abadía de Westminster que ha congregado a reyes y soberanos, entre ellos Felipe VI de España y Letizia.
Su llegada fue en coche y accedió al templo del brazo de su hijo, el duque de York, salpicado en los últimos meses por la polémica de abusos sexuales a menores dentro de la trama Epstein. Un gesto de la monarca británica que no ha pasado desapercibido, dando a entender que los Windsor estarán siempre unidos y que, además de reina, también es madre.
Sin mascarillas -en Reino Unido ya no es obligatoria- y en autobús, los reales invitados llegaron a Westminster y desfilaron ante las cámaras. Numerosas invitadas, entre ellas la Reina Letizia, eligieron el verde botella y el negro para sus estilismos, prescindiendo del negro propio del luto pues se trataba de un servicio religioso de acción de gracias, no un funeral.
La propia Isabel II recurrió a estas dos tonalidades para su atuendo, al igual que la duquesa de Cornualles, esposa del príncipe de Gales, la princesa Ana y Beatriz de Holanda.
Recién llegados de su viaje oficial al Caribe, los duques de Cambridge llegaron acompañados de sus dos hijos mayores, Jorge y Carlota -el pequeño Luis se quedó en casa debido a que es demasiado pequeño-. La princesa Catalina vestía un diseño negro con pequeños lunares blancos combinado con una amplia pamela también negra con plumas blancas. Era un vestido de mangas abullionadas y cuello cerrado.
Otras asistentes, como Matilde de Bélgica, recurrieron al negro con looks muy sobrios y formales, como requería la ocasión, y tocados discretos. Máxima de Holanda, al igual que Marie Chantal Miller, también incluyeron en su atuendo toque grises. En el caso de la soberana neerlandesa llevó un vestido gris y capa y tocado negros.
El príncipe Alberto, soberano de Mónaco, acudió solo, sin la compañía de la princesa Charlene, quien aún se recupera de sus problemas de salud.
También te puede interesar
Lo último
el caso de la copa de Navidad
La Audiencia obliga al juez a revisar el archivo de la denuncia por la copa de Navidad de Urbanismo