Un cambio radical
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Robert Downey Jr.
Una vida intensa y vive una segunda juventud de esplendor interpretativo. Robert Downey Jr., tras haber sido incluso un peculiar Sherlock Holmes, es uno de los actores del momento y uno de los ídolos de los niños y jóvenes de todo el mundo por encarnar a Tony Stark, el personaje que está dentro del superhéroe Iron Man. Este 28 de agosto sale a la venta en formato doméstico, dvd y Blu-ray, Iron Man 3, la última entrega del personaje de la Marvel, dirigida por Shane Black. Downey Jr. (Nueva York, 1965) comenta para este periódico algunos detalles de este trabajo.
-Entre Iron Man y esta tercera parte pasaron cinco años ¿Ha cambiado su percepción del personaje en este tiempo?
-Sí, tengo cinco años más. Hace cinco años lo que me importaba era tomar bastante creatina, tener mucho músculo en los brazos y asegurarme de que quedaba divertido y seductor. Ahora pienso mucho menos en mi aspecto y en ese tipo de cosas. En Iron Man 3 he pensado más en el resto de los personajes, que fuera un conjunto atractivo.
-¿Hay muchos paralelismos entre el personaje y el actor, por esa madurez?
-Creo que el personaje tiene algo de real, de mí mismo. Pero hay que tener en cuenta que este tipo de películas son posibles con los medios de estos tiempos. Esa realidad, esa verosimilitud, es la que realmente nos preocupa como equipo.
-Hacer un mismo personaje de vez en cuando supone tomarse vacaciones de él y regresar con fuerza...
-Volver a un mismo personaje es volver a contar con un mismo equipo y así no es tan desagradable la sensación de que el tiempo se nos escapa a cada uno de nosotros. En una carrera profesional, o en una franquicia como la de Iron Man, siempre hay una evolución y vas dejando cosas atrás. Y el tiempo avanza, pero te deja sensación de que vas creciendo.
-Se lo preguntarán siempre ¿Cómo ha sido la relación con el director, usted que ya cuenta con una trayectoria variopinta?
-Shane Black dio muchos consejos en las anteriores partes y no cobró ni un centavo. Bueno, es cierto que una vez pidió un buen trozo salmón muy hecho con arándanos. A Shane ya lo conocía y sólo puedo decir que él y los demás formamos un grupo de gente estrafalaria, pero todos sentimos la misma pasión por el cine. Shane ha sido fundamental para darle forma al género de acción actual. Me gustan las películas en las que no se ha perdido el valor por la aventura y los héroes.
-¿Cómo se mantiene la frescura entre Tony y Pepper (Gwyneth Paltrow, como siempre tan bella)?
-Para Iron Man 3 pregunté por qué Tony sigue interesado en Gwyneth. Ella tiene mucho que aportar a la protagonista femenina de esta película, del personaje del que está enamorado Tony. Así que es una de las cosas que más me gustan de esta película. Me encanta mantener esa 'frescura' que usted dice con Pepper-Gwyneth.
-¿Cómo es Ben Kingsley como un personaje al servicio de un malvado?
-Fabuloso. Sabes que con compañeros como él puedes fabricar grandes cosas. Guy Pearce, que encarna al malvado Killian, fue también todo un descubrimiento. Es uno nuestros tesoros nacionales. Aunque nos lo preste Australia, claro.
-¿De verdad se divierte tanto siendo Iron Man?
-Yo insisto en que para hacer una película todos lo tenemos que pasar bien. Y a veces me olvido que es muy importante divertirse. No quiero convertirme en alguien que se siente siempre agobiado por cumplir con una programación. Interpretar a Tony es un honor y la caridad empieza por uno mismo.
-¿Qué se siente al vestir un traje de superhéroe?
-Mi primera vez como Iron Man me sentía como una pelota. Incomodísimo. Pero te acostumbras. En realidad es muy agradable sentirte superhéroe. Ahora ya puedo llevar encima muchos artilugios y nunca me siento incómodo siendo Iron Man.
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