"No me gusta alabar mi cuerpo"

Sus fotos en Kenia con el hijo de la duquesa de Alba han levantado mucha polémica y, sobre todo, muchas ganas por saber si, después de su fallido matrimonio con Genoveva Casanova, Cayetano Martínez de Irujo habría encontrado, por fin, una nueva pareja. Sin aclarar ni desmentir nada, Mónica Hoyos se ha convertido en imagen de "Inoa", coloración permanente sin amoniaco de L´Oréal Professionnel bajo la que ha concedido a nuestros lectores una sincera entrevista exclusiva.

-Por lo visto, mima mucho su cabello, ¿no?… ¿Le preocupa la cuestión física?

-No me preocupa, pero sí me cuido bastante. Hay que dar una imagen y, a mí en concreto, me agrada cuidar la cabeza -voy a la peluquería cuando puedo- y los zapatos -de los que saco una colección pronto-. Por lo demás, no me gusta alabar mi cuerpo. Tengo muchos defectos aunque… ¡no pienso decírtelos para que no los sepas! (risas).

-Y, profesionalmente, ¿qué más puede contar?

-Pues tengo muchas ofertas de televisión pero hay cosas en las que no me veo. La tele ha cambiado mucho. En algunos sentidos para mejor y, en general, para peor. La "telerrealidad" busca cada vez más morbo y no nos conviene ese entretenimiento para nada. Llegará un momento en el que no tengamos ni que hablar y el entretenimiento está bien para reírnos todos, pero no para destripar a los demás. Hay cinco mil horas de lo mismo poniéndote la cabeza como un "bombo" y eso es malo para nosotros y para nuestros hijos.

-¿Usted elige lo que la suya ve?

-Por supuesto. Vamos, mi hija no ve la tele. Tiene cinco años y sólo le dejo poner el Canal Disney y poco más. La educación es importante y la infancia sólo la tenemos una vez en la vida, con lo que no podemos desaprovecharla.

-¿Cómo se siente siendo protagonista de parte de la información social de los últimos tiempos?

-Si se me trata con respeto no importa que se hable de mí pero existe otro tipo de diversión. Esta semana, por ejemplo, me voy a Italia por una temporada corta para un proyecto con la RAI que me llena de gozo y me compensa. Llevo mucho abriendo mercado fuera. Dos años a caballo entre Italia y Madrid porque tampoco podía trasladarme allí. Por lo demás, ten en cuenta que tuve otra relación larga (con Carlos Lozano) y siempre he sido muy amable con la prensa.

-Cambiando de tema, ¿viene, tal vez, más ahora a Sevilla?

-(Risas) No. Hace un par de meses que no bajo pero nunca me he alejado de ella. Me unen a esa ciudad muchas vivencias.

-¿Y la Feria? ¿No se pasará por aquí para entonces?

-(Risas) La conozco y supongo que sí. Lo que nunca he hecho ha sido vestirme de flamenca pero lo mismo este año me atrevo... (risas).