Estalla la guerra entre Kiko Rivera e Isabel Pantoja
La herencia de Paquirri, según el programa 'Sálvame', es la causa del enfrentamiento entre madre e hijo
"El niño ha sido bueno pero ahora ha despertado", comenta el DJ en sus redes sociales
Kiko Rivera se ha levantado en pie de guerra contra su madre, Isabel Pantoja. Un enfrentamiento que se recrudece por días. Prueba de ello es el último mensaje que, muy enfadado, ha dedicado a su padre, Paquirri, a través de las redes sociales. "Ojalá estuvieses aquí papá. Nada de esto estaría pasando. Tengo miedo de encontrarme con la verdad. Pero voy a luchar hasta el final tumbando a quien haga falta tumbar", escribe el DJ junto a una foto en la que aparece de niño, en brazos de su padre. "Si ellos no supieron respetar tu voluntad, si todavía está en mi mano, te juro por Dios que yo lo haré".
En otro post añade: "El niño ha sido bueno, pero ahora ha despertado". Y la última foto que ha publicado es una en la que abraza a Mila Ximénez, quien publica este miércoles una impactante entrevista en la revista Lecturas que promete no dejar indiferente a nadie.
Según el programa Sálvame, el dinero es el motivo del desencuentro entre madre e hijo, un millón de euros al que habría que sumar otros 800.000 en concepto de rentas durante estas últimas dos décadas y media. Dicha cantidad, afirman Antonio David Flores y Kiko Matamoros, la dejó en herencia el torero y Kiko Rivera desconocía de su existencia hasta ahora.
Según los colaboradores, ese dinero "se trajo a España vía Gibraltar con intermediación de Encarna Sánchez" y la mayor parte fue para los bolsillos de Isabel Pantoja. Cayetano y Fran Rivera sí habrían recibido una parte, pero no todo lo correspondiente ("supongo que menor a lo que les correspondía como herederos universales…") peo Kiko no recibió nada, sólo Cantora con usufructo a su madre.
"Isabel tenía una deuda por las obras de Cantora y con ese dinero acometió esas reformas", explicó al respecto Gema López quien, además, desveló otra bomba: "Durante mucho tiempo, Isabel tiró de sus amistades para pedirles dinero y puede ascender a más de 500.000 euros". Ahora, esos amigos, al ver que Isabel trabaja pero no devuelve los préstamos, se estarían planteando demandarla.
Isabel no tiene por qué pagar nada porque ya ha prescrito todo, pero de ahí viene el cabreo monumental de su hijo.
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