Un cambio radical
Alberto Isla, así es la vida actual del padre del hijo de Isa Pantoja
Desalia 2023
Todos tenemos en mente esa sensación de entrar al baño de una discoteca a las tantas de la madrugada, con el vaivén fruto de las bebidas ingeridas y la música ensordecedora del exterior. Es parecido a entrar en trance. Por un momento estás en otra dimensión y tu única preocupación es ser capaz de apuntar bien, o que las cuclillas mientras aguantas la puerta con las manos no te jueguen una mala pasada. La fiesta es el ingrediente por excelencia de nuestro país, la especia que nos hace únicos y referentes en el terreno del ocio a nivel mundial. Estos días un Benidorm encapotado de nubes está presenciado Desalia 2023, el macroevento organizado por Ron Barceló que ha reunido un año más a más de mii personas para disfrutar de lo que tan bien se nos da.
Como si de una discoteca con múltiples salas se tratase, de esas que tienen ambientes para todos los gustos musicales, tres rincones del Melià Villaitana aguardan conversaciones enriquecedoras. En una habitación, Martiño Rivas. En otra colindante, la actriz Asia Ortega. En otra planta, en una sala cercana a recepción, la tiktoker Lalachus. Tres personas completamente diferentes con un mínimo común múltiple: la pasión por la fiesta.
Martiño Rivas lleva una camiseta estampada con un unicornio en el centro. Va a juego con la gorra morada que lleva puesta. Sí, es tan guapo como en las fotos. El actor que ha interpretado Nacho Vidal en la última serie de ATRESplayer Premium tiene un talante especial. Piensa antes de hablar, y me molesta que me sorprenda. "A mí me dejaban en la puerta de las discotecas. Como tengo cara de niño, era el que se tenía que quedar esperando a que el resto saliera. Una vez cumples los dieciocho, sacas el DNI con orgullo. Entonces te dicen que no puedes entrar por las zapatillas", espeta el actor entre risas, que ha sido siempre más partidario del botellón por las calles de La Coruña.
Asia Ortega nos recibe con un albornoz puesto. Su equipo le trae un café con leche antes de empezar nuestro encuentro. Siempre tan cercana, se le ilumina la cara cuando le digo que vamos a hablar de su adolescencia fiestera. "Mi primera vez en una discoteca fue en el Sweet Cherry. Yo tenía trece años y tenías que tener dieciséis para entrar. Te ponían blue tropic y claro, todos los niños de azúcar hasta el culo. El alcohol te lo tenías que beber fuera", explica la actriz que encarna a Amaia en el reboot de El Internado. Ortega asegura que fue una niña muy rebelde, y que de aquella Asia todavía queda rastro. "Asia es garantía de fiesta", espeta su productor, que sigue la conversación con atención. "Yo llevo la fiesta conmigo a todas partes. Ya puede ser un lunes por la mañana porque me he levantado con buen humor, que un sábado en el parking de mi casa". A Asia le encanta el parkineo y las raves improvisadas. "El sábado pasado invité a toda mi people a mi casa nueva y acabamos en el parking con el altavoz. No queríamos molestar a los vecinos, por eso nos fuimos al parking. Me desperté con un gnomo que no era mío en el jardín", explica divertida.
En contraposición, Lalachus repudia el techno. Para ella la fiesta de verdad está en una buena verbena de pueblo. "En los pueblos te curtes. Acababas bebiendo esas bebidas guarruzas. No hay nada mejor en el mundo que estar en una verbena y que cuando acabe haya discomóvil. Es el culmen de gusto", detalla la tiktoker. "Una ventanita del amor, un torero de Chayanne, esas orquestas con esos bailes y esos vestidos brilli brilli, vamos, nada que ver". El costumbrismo de Lala es la tónica habitual de la conversación con ella. Una chica encantadora.
Para Lala la canción que no puede faltar en una noche de fiesta es Mi música es tu voz de OT 1. la canción que no puede faltar en una noche de fiesta es Mi música es tu voz de OT 1. Durante nuestra charla, menciona otros grandes artistas como Sonia y Selena, David Civera o el himno Mi gran noche de Raphael. Por su parte, Asia prefiere el flamenco. "Las palmas son necesarias. Me encanta el flamenco en general, Estrella Morente, Isabel Fernández, Camarón, Manolo Caracol, La Paquera", señala la actriz. Eso sí, para cerrar debe sonar Flying free. Martiño es más alternativo, Cumbia sobre el río, de Celsio Piñas es su elección para encender las luces del local. Mientras escucho la cumbia que recomienda, se cuelan los gritos de los asistentes a la pool party que abre el segundo día de Desalia, que demandan más mojitos.
De copas va la conversación ahora. Entre Isabel Díaz Ayuso, Pedro Sánchez o Yolanda Díaz, tanto Martiño como Asia tienen claro que se tomarían un mojito con la presidenta de la Comunidad de Madrid. "Tenemos menos cosas en común", se justifica el gallego, que si le preguntara a Ayuso si estudia o trabaja duda qué le respondería. "Me tomaría el Barceló con Ayuso para preguntarle what the fuck", espeta por su parte Ortega. "Cada día me desilusiona más la política. Este domingo votaré porque me niego a que se lleve la mayoría mi voto. Siento una desafección por la política absoluta. No me considero anarquista, pero sí que creo que funcionan más las asambleas, las políticas que se basan en la escucha al pueblo. Y hoy en día ningún partido está yendo por ahí. Si pudiéramos volver a la tribu, volvería", añade la actriz. Por su parte, Lala no duda ni un segundo que se tomaría la copa con Yolanda Díaz. "Tendría con ella una conversación distendida, informal, para ver cómo está", detalla. "Lo primero que haré cuando baje del tren el domingo de vuelta a casa será ir a votar", asegura la tiktoker. En la misma línea contesta Martiño, que tiene claro a quién va a depositar su papeleta.
La noche cae en Benidorm. La resaca de la anterior todavía acecha, pero los más de mil asistentes a Desalia comienzan a prepararse para disfrutar de otra macrofiesta con ubicación secreta. Los giros de guion son habituales en este tipo de eventos. Tanto Asia como Lala me emplazan a un brindar con un mojito si nos encontramos esta noche. Martiño, más reservado, abandona la habitación y se apresura a hacer una llamada para saber cómo está su hija. Tiene cuatro años y es su debilidad. Sobre la conciliación familiar, el gallego asegura que le están echando una mano sus padres. "Me encanta ser padre. A mi hija le enseñaré Tres bodas de más, que es una película muy amable y creo que podría ser una buena puerta de entrada al trabajo de papá".
También te puede interesar
Lo último