La familia Fanjul, los reyes del azúcar
Alfonso y Lilian han creado el mayor imperio azucarero de Cuba, país al que podrían volver pronto
En 1870 Manuel Rionda lo dejó todo para coger un barco desde la ciudad asturiana de Gijón con destino Cuba, donde su intención era ganarse la vida que no se podía ganar en España. Años más tarde Andrés Gómez Mena partió de Burgos hacia la Habana para labrarse su futuro. Ambos se convirtieron en dueños de empresas azucareras. Cuando el primero falleció, su sobrino nieto Alfonso Fanjul se hizo cargo de los negocios. Al morir el segundo, su nieta Lilian fue la heredera de su trabajo. En 1936 Alfonso y Lilian se casaron, dando lugar al mayor imperio de la industria azucarera en Cuba. En la actualidad el hijo mayor del matrimonio, Alfonso Fanjul, es el que está al frente del negocio. Es el encargado de suministrar dos de cada tres cucharadas de azúcar de las que se toman en Estados Unidos.
En la historia del imperio Fanjul hay un punto de inflexión en 1959, con la llegada de Fidel Castro. Los guerrilleros entraron en su mansión y les amenazaron con que todo lo que tenían terminaría siendo de ellos. Debido a la situación la pareja y sus cinco hijos emigraron a Nueva York y a Florida. Al ver su orgullo tocado y el fruto del trabajo de tantos años dañado, decidieron reconstruir una nueva compañía comprando 1.600 hectáreas cerca del Lago Okkechobee y tres azucareras en Luisiana. Nació entonces Fanjul Corporation, que hoy en día produce más de 7 millones de toneladas de azúcar al año. En la actualidad la familia es una de las más influyentes del mundo y además de la empresa azucarera poseen edificios de oficinas, hoteles, campos de golf y demás propiedades por todo el mundo. Tienen amigos reconocidos a nivel internacional como Julio Iglesias, el rey Juan Carlos, Robert de Niro o Carolina Herrera. Si por algo se caracterizan es por no esconder sus ideas políticas. De los hijos Alfy apoya a Hillary Clinton y Pepe a los republicanos. Hasta el patriarca fue capaz de interrumpir la cena entre Bill Clinton y Monica Lewinsky con una llamada de tele´fono que el entonces presidente no dudó en responder. Tanta es la influencia de Alfonso que el magnate ha ejercido como mediador entre Estados Unidos y Cuba. Él siempre ha querido regresar a su país y continuar allí con su negocio. "Si hay alguna forma de que la bandera de la familia pueda volver a Cuba, estaría contento de hacerlo", aseguró hace unos meses. Por aquel entonces no existía la posibilidad de llevar las empresas allí pero con la mejore de la relación entre los países la familia Fanjul podría volver al lugar donde empezó toda la historia.
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